Enfermería sobrevive con formación al alza técnica en Farmacia Hospitalaria

Enfermería es una de las profesiones más polivalentes del campo de la salud. El imaginario popular sitúa a este perfil a la vera de los pacientes, a través de los cuidados en las distintas áreas del Sistema Nacional de Salud (SNS). Donde no se acostumbra a visualizarlas es en los servicios de Farmacia Hospitalaria, pese a que es uno de sus lugares de trabajo tradicionales. No obstante, decenas de estas sanitarias llevan a cabo sus labores diarias en estos departamentos. Un sector que batalla por mantenerse en el estamento farmacológico mediante el refuerzo de sus competencias, a la par que los farmacéuticos abogan por el empleo de otros profesionales, como los técnicos de Farmacia y Parafarmacia, para el desempeño de las funciones que llevan a cabo las enfermeras.

Desde el Consejo General de Enfermería (CGE) defienden "la importancia de su labor" dentro de los servicios de Farmacia, tanto en asuntos administrativos como en la preparación de medicamentos y productos relacionados con la nutrición de los pacientes. Sobre todo, al contar con formación farmacológica en los planes de estudios del grado, lo que habilita a estas profesionales a formar parte de estas secciones de los hospitales, según ha indicado a Redacción Médica el secretario general del organismo colegial enfermero, Diego Ayuso.

Precisamente, la mayor formación es lo que avala la presencia de estas sanitarias en Farmacia Hospitalaria frente a otros perfiles. Para el representante del CGE no se puede comparar la instrucción que reciben las sanitarias, al estudiar durante un periodo de cuatro años en la universidad, con la de los técnicos en Farmacia y Parafarmacia, basada en el año y medio que dura su ciclo medio de Formación Profesional (FP).  "Por experiencia, capacitación y competencia, las enfermeras aportan un plus de calidad en los procesos que realizan", ha argumentado Ayuso.

"Farmacia Hospitalaria aboga por la contratación de técnicos antes que enfermeras"

Debido a la incorporación de conocimientos relacionados con el medicamento y el periodo de formación que reciben durante ocho semanas respecto a la formulación magistral antes de ser autónomas, la alianza de colegios profesionales de Enfermería no considera necesario el planteamiento de ningún EIR relacionado con Farmacia Hospitalaria. Para Ayuso, en estos momentos es más importante profesionalizar la gestión sanitaria, en la que también trabajan las enfermeras de esta área y otras del SNS.

Tareas principales de las enfermeras de Farmacia

Las competencias de las enfermeras en los servicios de Farmacia de los hospitales suelen ser de dos tipos. Por un lado, las funciones relacionadas con la administración, como es la organización del área, la gestión de la plantilla y recursos materiales y la implantación de modelos de calidad asistencial. "Permiten el funcionamiento normal del departamento mediante la distribución de tareas, el establecimiento de los turnos o la regulación de la logística", ha enumerado Ayuso. Eso sí, la decisión final en todos estos asuntos recaerá en el farmacéutico, que es quien encabeza el área.

Además de tareas gestoras, este perfil sanitario se implica también en la formulación magistral. Así, las enfermeras entran en las cabinas de flujo laminar de los servicios de Farmacia para la preparación de los tratamientos quimioterápicos, antineoplásicos, antivirales, antibióticos y fármacos biotecnológicos. Asimismo, también se encargan de la elaboración de soluciones de nutrición parental para aquellos pacientes que solo pueden obtener alimento por vía intravenosa.

"Por experiencia, capacitación y competencia, las enfermeras aportan un plus de calidad en los procesos que realizan", ha señalado Ayuso

En el caso de la manufactura de fármacos, las enfermeras deben de seguir los pasos establecidos por el Real Decreto 175/2001, de 23 de febrero, por el que se aprueban las normas de correcta elaboración y control de calidad de fórmulas magistrales y preparados oficinales. De esta forma, se debe garantizar la limpieza y precisión constante en la operativa, con el objetivo de mantener la calidad de los preparados y un nivel de seguridad óptimo. Así, se asegura la esterilidad de todo el proceso, además de su propia integridad física, ya que se acostumbran a emplear compuestos tóxicos.

Esta misma legislación señala que la elaboración de fórmulas magistrales debe estar supervisada por un farmacéutico. Este puede estar acompañado por un equipo técnico que puede preparar la solución, pero siempre bajo las órdenes del egresado de Farmacia. El mencionado grupo, donde se incluyen las enfermeras, contará con la formación suficiente para laborar en una campana de fluido laminar.

Visión desde los servicios de Farmacia

Pese al valor de las enfermeras en estos servicios, los representantes de la Farmacia Hospitalaria defienden la contratación de titulados de FP antes que de egresadas de Enfermería. La creación de preparados se considera una "competencia técnica" y son ellos los tenientes de un ciclo medio de Farmacia y Parafarmacia los que notifican dicha capacidad en las funciones mínimas recogidas en el Real Decreto que establece esta disciplina formativa.

Motivo por el que la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) solicita un cambio en el plan de estudios de este diploma FP, con la misión de incorporar los procesos que estos llevarían a cabo en los hospitales y no solo en las boticas. En este sentido, la presidenta del organismo, Cecilia Martínez, ha opinado que, al menos, sería positivo "establecer un programa posterior a la obtención del título centrado en los servicios farmacéuticos de este tipo de centros sanitarios".

Un conjunto de iniciativas que pueden ir en detrimento de las enfermeras que trabajan en esta área. La aparición del ciclo medio de Técnico de Farmacia y Parafarmacia en 2007 supuso una ralentización en el fichaje de estas sanitarias para los servicios hospitalarios. Entre sus ventajas, su menor salario en todas las comunidades autónomas, al pertenecer a la categoría laboral C2, mientras que las graduadas universitarias se ubican en la A2. Su inconveniente, la menor formación. Dos variables que pueden definir la continuidad de una de las funciones más desconocidas de la Enfermería.