El Sindicato de Enfermería, Satse, entregará el próximo 3 de octubre, en la
Oficina del Censo Electoral, encuadrada en el
Instituto Nacional de Estadística (INE), las firmas necesarias para que la Ley de Seguridad del Paciente, que ha impulsado a través de una
Iniciativa Legislativa Popular (ILP), pueda ser debatida en el Congreso de los Diputados.
En un comunicado, Satse agradece el apoyo demostrado por "cientos de miles de ciudadanos y de enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas, así como otros
profesionales sanitarios, que han firmado la Iniciativa Legislativa Popular al coincidir con la organización sindical en que nuestro país debe tener una ratio adecuada de pacientes por cada enfermera o enfermero al
ser la única forma para garantizar una atención segura y de calidad".
A lo largo de los meses que ha durado la recogida de firmas, incluida dentro de la campaña “Ley de ratios enfermeras. La Sanidad que merecemos”, los delegados y delegadas de Satse han informado a todos los interesados sobre la realidad actual en nuestro sistema sanitario en cuanto a la dotacion de plantillas de Enfermería, explicándoles que, mientras en España hay cinco enfermeras/os para atender y cuidar a
1.000 ciudadanos, la media europea es de casi nueve.
Además de ciudadanos, enfermeras, enfermeros y otros profesionales sanitarios, responsables públicos, como consejeros de Sanidad, alcaldes, concejales o presidentes de Diputación Provincial, así como representantes de distintos partidos políticos, han firmado la
Iniciativa Legislativa Popular promovida desde la organización sindical.
En caso de ser aprobada en la próxima legislatura en el
Congreso de los Diputados, España se convertiría en el primer país europeo y uno de los primeros del mundo en garantizar por ley una ratio segura y adecuada de pacientes por cada enfermera y enfermero en todos los hospitales, centros de salud y el resto de centros sanitarios y sociosanitarios, tanto públicos como privados.
Objetivos a perseguir
Esta norma conllevaría, por ejemplo, la disminución de la incidencia de efectos adversos y de las demoras en la atención sanitaria y contribuiría a evitar las infecciones nosocomiales y otras complicaciones con el objetivo último de reducir las tasas de mortalidad entre los pacientes. De manera paralela,
acabaría con las altas tasas de estrés, ansiedad, burnout y otras consecuencias para su salud que sufren las enfermeras y enfermeros de forma permanente por la excesiva sobrecarga laboral.
Para acabar con la actual situación de infradotación de plantillas en todos los servicios de salud, Satse ha concluido, tras un estudio realizado por expertos en el trabajo “Análisis de la situación de los enfermeros, enfermeras, matronas y fisioterapeutas en los centros sanitarios del país”, que "se necesitan más de 131.000 enfermeras y enfermeros en la sanidad pública y privada para alcanzar, al menos, la media de Europa y dejar de estar “a la cola” en el puesto 24 de los 28 países que forman parte de la Unión Europea".
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