E
l Sindicato de Enfermería, Satse, ha reclamado al
Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y al de
Sanidad, Consumo y Bienestar Social que se incluya el síndrome del trabajador quemado (burnout) en el listado de
enfermedades profesionales que contempla la Seguridad Social.
Tras conocer que el síndrome del trabajador quemado (burnout) figurará en la próxima
Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un problema asociado al empleo o al desempleo, el
presidente de Satse, Manuel Cascos, se ha dirigido por carta a las ministras de Trabajo y Sanidad en funciones instándoles a que propicien la modificación legislativa pertinente para que esta patología sea considerada como enfermedad profesional.
Se requiere un informe previo por parte del Ministerio de Sanidad
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Según Satse, la decisión adoptada por la OMS es un importante paso adelante en el reconocimiento a nivel mundial de una e
nfermedad que afecta a la salud y calidad de vida de los profesionales afectados, así como a las personas de su entorno más cercano, y ahora son las administraciones públicas españolas competentes de nuestro país las que
deben tomar cartas en el asunto.
En concreto, Satse reclama al Ministerio de Trabajo que se modifique el cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social, que establece el Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, en aras a la
inclusión del síndrome del trabajador quemado (burnout) como enfermedad profesional. Para ello, se requiere un informe previo por parte del Ministerio de
Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
El 51 por ciento están quemadas
Satse recalca que los enfermeros y enfermeras de nuestro país soportan a diario una continua sobrecarga asistencial y unos niveles muy altos de responsabilidad que conllevan la aparición de un estrés crónico en un
porcentaje muy alto de casos, el cual, según determina la Organización Mundial de la Salud, provoca el conocido como síndrome del trabajador quemado (burnout).
Además, mantienen a lo largo de su
trayectoria profesional un contacto permanente con el sufrimiento, la enfermedad y, en ocasiones, la muerte, y un alto porcentaje desarrolla su labor realizando turnos rotatorios, que incluyen el trabajo nocturno, al objeto de garantizar la necesaria atención sanitaria a todos los ciudadanos durante
24 horas al día, los 365 días del año.
En lo que respecta al estrés y al síndrome del trabajador quemado (burnout), los datos a los que concluyen distintos estudios y análisis son cada vez más preocupantes, afirma Satse. Así, según el estudio
“Percepción de estrés en los profesionales de Enfermería en España en 2017”, un 80 por ciento de enfermeras y enfermeros aseguran estar estresadas/os y un 51,38 por ciento se sienten “quemadas/os”.
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