El Sindicato de Enfermería (Satse) subraya que la presencia de una enfermera o enfermero en todos los centros educativos de nuestro país garantizaría el eficaz cumplimiento de la nueva Ley de Protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, ya que, además de realizar una labor de detección precoz y asistencia a los niños, niñas o jóvenes afectados, podría colaborar en la educación y formación de todo el alumnado para evitar futuros casos.
El Sindicato de Enfermería valora positivamente que nuestro país cuente con una norma estatal que pretenda luchar de manera integral contra todo tipo de violencia ejercida hacia los niños, niñas y adolescentes en ámbitos como el familiar o el educativo, principalmente, y confía en que todas las actuaciones y medidas contempladas se hagan realidad en el menor tiempo posible.
En este sentido, y en lo que respecta al ámbito educativo, la organización sindical coincide con la norma en que se debe propiciar en todos los centros educativos una educación y formación que incluya aspectos tan importantes como el respeto a la dignidad y los derechos de todas las personas, la igualdad de género, la diversidad familiar o la educación alimentaria y nutricional y la de carácter afectivo sexual.
Por ello, la organización sindical incide en que la enfermera escolar, por cualificación y competencias, podría colaborar con la dirección del centro y el equipo docente en la puesta en marcha y realización de distintas actividades formativas (charlas, talleres, seminarios) que incidan en todas las cuestiones que pueden evitar a futuro situaciones de abuso, maltrato, acoso escolar, ciberacoso, acoso sexual u otras formas de violencia.
De igual manera, la enfermera o enfermero escolar podría colaborar de manera directa con la persona que sea designada como ‘Coordinador/a de bienestar y protección’, para realizar algunas de la funciones que la Ley le encomienda, como promover planes de formación sobre prevención, detección precoz y protección de los niños, niñas y adolescentes, dirigidos tanto al personal que trabaja en los centros como al alumnado, promover medidas que aseguren el máximo bienestar al alumnado, informar al personal del centro sobre los protocolos en materia de prevención y protección existentes y comunicar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cualquier situación que lo requiera.
“La nueva Ley de Protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia supone una gran oportunidad para acabar con un grave problema que afecta a muchos niños, niñas y jóvenes, pero si queremos que cumpla realmente sus objetivos y expectativas debe contar con los recursos humanos y medios necesarios”, afirman desde la organización sindical.
Satse recuerda que la implantación de la enfermera escolar no es aún la suficiente y necesaria en el conjunto del Estado pese a que, como también deja claro la nueva ley de protección a la infancia y adolescencia, su labor resulta cada vez más necesaria para que los centros educativos se conviertan también en espacios libres de violencia.
En lo que concierne al ámbito sanitario, el Sindicato de Enfermería destaca que las enfermeras y enfermeros desarrollan una labor muy importante a la hora de detectar de manera precoz cuando un niño, niña o adolescente puede estar sufriendo cualquier tipo de violencia hacia su persona y, en base a los protocolos existentes, colabora también con el resto de profesionales sanitarios y de otros estamentos implicados para atender y cuidar a la víctima y evitar nuevas situaciones similares en un futuro.
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