La vía judicial para que las enfermeras alcancen la categoría profesional A1 ha quedado truncada.
Una sentencia desestima la petición enfermera para dejar atrás la categoría A2, y pone en manos de la Administración que se decida si el colectivo enfermero debe subir de categoría.
Desde el Consejo General de Enfermería (CGE) su presidente,
Florentino Pérez Raya, asegura a
Redacción Médica que esta sentencia “viene a confirmar la
necesidad de un cambio normativo para recoger las
justas demandas de las enfermeras”.
De esta manera, desde el organismo piden un cambio para que “se reconozca de forma efectiva, tanto en la legislación estatal y autonómica, como en las clasificaciones o catálogos de puestos de trabajo, que las
funciones y responsabilidades de las enfermeras se corresponden con el nivel A1”.
Las enfermeras, en la sentencia mencionada, ya justifican que
su formación corresponde a 240 créditos y cuatro años, lo que las iguala con otros graduados del grupo A1 como biólogos, economistas, periodistas o farmacéuticos.
La consecución de este reconocimiento, explica Pérez Raya, es “la línea que el Consejo General emprendió hace tiempo para
instar en la vía política las reformas necesarias”. “Así seguiremos insistiendo hasta que este reconocimiento sea una realidad”, sentencia el representante de las enfermeras.
El Poder Judicial pasa competencias a la Administración
En la sentencia en cuestión remiten a un proceso anterior en el que la Justicia determinó que "
corresponde en exclusiva a la Administración Pública en función siempre del interés general que la misma representa, el
ejercicio de las potestades correspondientes para la mejor ordenación de los servicios públicos". Además, quedaba escrito que "la exigencia de un determinado comportamiento administrativo" debe basarse en "la legalidad estricta" y que en ningún caso "puede hacerse a juicio de la parte que recurre".
De esta manera, la nueva sentencia se atañe a este escrito, y desestima tanto la petición de reclasificación por parte de los enfermeros como el otorgar un
complemento retributivo para paliar las diferencias entre grupos, pues los enfermeros argumentan que asumen responsabilidades del grupo A1.
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