A pesar de que la existencia de los zombis no se ha visto más que en libros, cómics, series, películas y videojuegos (todos ellos con no poco sangrientos contenidos), el Gobierno de Estados Unidos quiere estar preparado para todo de cara al futuro, y está claro que los no muertos entran en esta descripción. Esta es una de las razones que han llevado a la Uniformed Services University (USU), órgano que depende de la Casa Blanca, a formar a sus estudiantes del grado de Enfermería a enfrentarse a una pandemia zombi.
Esta formación se recibe en la asignatura destinada a conocer as necesidades de salud pública. Según Catalina Ling, profesora asistente y enfermera de familia en la USU, el escenario apocalíptico facilita la inmersión de los estudiantes de la situación, y para ello, mediante un dispositivo narrativo que incluye animaciones, ven diferentes videoclips de escenarios que les sumergen en medio de la pandemia zombi, incluyendo uno del presidente de los Estados Unidos, alertando de la proliferación de no muertos.
De esta manera, en esta especie de juego de rol, los estudiantes forman parte de una división del Departamento de Defensa ficticia llamada HHIT, que trabaja en la gestión de una cuarentena, administrar vacunas generalizadas y obtener recursos internacionales. Y todo ello siguiendo las directrices actuales del Departamento de Defensa para responder a la “creciente pandemia zombi”.
Según Ling, este escenario refuerza los estudios relacionados con la planificación sanitaria y las posibles intervenciones. Además, la cohesión narrativa hace que sea más fácil de recordar el material y “por lo tanto hace que sea más fácil de aplicar en una emergencia de salud de la población real”. Además, asegura que las habilidades enfermeras a poner en práctica en caso de apocalipsis zombi no son muy diferentes de la que ya hay que utilizar ante la creciente resistencia a los antibióticos, las enfermedades infecciosas emergentes y pandemias como el ébola o el zika.
Habilidades para la supervivencia
Más allá de la elevadísima aceptación que ha tenido el curso, no es la primera vez que la enfermería americana se plantea su futuro en medio de una sociedad distópica y con tintes apocalípticos. De hecho, la Universidad Roseman de las Ciencias Médicas, en un artículo, asegura que las enfermeras son las profesionales más preparadas para sobrevivir al fin del mundo, con habilidades que rozan lo ‘jamesbondesco’, algo para lo que les cataloga su formación.
La institución destaca que los reflejos de los profesionales de la enfermería rozan lo felino, dado que “no se puede bajar la guardia por un minuto cuando se está al cargo de varios pacientes… ni cuando se está siendo perseguido por la gente que intenta robar alimento y refugio”. También destaca su estabilidad emocional, “una actitud calmada que es muy valiosa durante el apocalipsis” y sus conocimientos médicos, que además de para resolver problemas de salud de sus compañeros de supervivencia, sirven también para decidir con qué medicamentos quedarse “si el grupo tiene la oportunidad de atacar a un hospital abandonado o clínica”.
En resumidas cuentas, que si se teme la cercanía del apocalipsis (ya sea zombi, bíblico o tecnológico) en algún momento, ya sabe: incluya en su grupo de supervivientes a una enfermera. Prolongará su vida (en más de un sentido).
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