El mito del médico distante y la enfermera amiga: "Tienen roles distintos"

Empatía, comprensión e incluso simpatía. Estas tres características forman parte de lo que los pacientes piden a quienes se encargan de prestarles atención sanitaria. A fuerza de repetirse, se ha establecido el 'mantra' de que mientras las enfermeras cuentan con estos atributos comunicativos, los médicos carecen de ellos. Pero, ¿es realmente así?

Connie Leey hizo primero Enfermería y luego Medicina. Ahora, esta médica de Familia que ejerce en el Servicio de Urgencias del Hospital Sant Joan de Déu (Manresa) habla con Redacción Médica de comunicación con el paciente de médicos y enfermeras desde la experiencia de quien ha pasado por ambos campos. Lo hace con una idea predominante: el estereotipo del médico frío y la enfermera amigable no es más que eso, un estereotipo. 

"Enfermería es la profesión encargada de estar constantemente entrando en las habitaciones para observar el desarrollo de los enfermos, atendiendo sus dudas, peticiones y molestas. Entre sus funciones principales se encuentra el cuidado", ha aclarado. 

Diferencias comunicativas entre médicos y enfermeras

"En el caso del médico, su función no es cuidar al paciente, sino diagnosticarlo, tratarlo y orientarlo de forma médica. Su comunicación es más momentánea y suele durar entre cinco y diez minutos donde le pregunta sobre determinados aspectos y luego le da las indicaciones necesarias a la enfermera”, indica.

¿Cómo es la comunicación de los médicos? 

Sobre esta posible ‘frialdad’ que puedan mostrar los médicos a la hora de relacionarse con sus pacientes, Leey destaca que sí existen especialistas con una "muy buena" comunicación, pero que también hay quienes "no son la alegría de la huerta".  "En estos casos, es importante que nos pongamos en la piel de los pacientes. Ellos vienen al hospital con ansiedad, preocupación y angustia. Si se les trata como a un robot y no se le explica nada, obviamente van a encontrarse peor”, ha resaltado.

"Es importante mejorar la comunicación de los médicos desde su formación. Primero, en las universidades, y luego, durante sus prácticas clínicas"

Para dotar a los facultativos de mejores habilidades comunicativas, el primer paso es hacerlo desde su formación. Primero en las universidades, donde haya asignaturas en las que se haga hincapié en este aspecto. Y luego, durante la práctica clínica.

“Cuando un estudiante o residente está de prácticas, se fija en su tutor y aprende y adopta sus métodos. Entonces, si su profesor empatiza, tiene buen trato o genera una comunicación fluida con el paciente, lo más seguro es que el médico que está aprendiendo también vaya adquiriendo esa forma de trabajar y esos gestos, ha concluido.