El 17 de septiembre es el día elegido por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) para conmemorar el día mundial de la
Seguridad del Paciente. Para este año, el tema elegido es “¡Demos voz a los pacientes!”, por el que la pide a todas las partes interesadas que adopten las medidas necesarias para garantizar la implicación de los pacientes en la formulación de políticas, su representación en las estructuras de gobernanza y su participación en el diseño conjunto de
estrategias de seguridad, así como que adopten un
papel activo en los cuidados que reciben. El
Consejo General de Enfermería (CGE), se une a esta iniciativa de la OMS, y solicita a las autoridades sanitarias nacionales y autonómicas que se implique a los pacientes en todas las
políticas y estrategias relacionadas con su seguridad.
Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, señala: "Estamos hartos de escuchar que se debe poner al paciente en el centro del sistema y, sin embargo, realmente seguimos actuando con la idea de
hacerlo todo por el paciente, pero sin el paciente. En pleno siglo XXI ya es hora de cambiar esta esta
concepción arcaica y para ello es preciso ir más allá de los mecanismos actuales de participación de las asociaciones de pacientes en la
toma de decisiones políticas y lograr que su intervención influya de verdad en todos los entornos y a todos los niveles de la
atención de la salud con miras a mejorar la seguridad de la atención que se presta a los ciudadanos”.
Principales riesgos
La seguridad del paciente se define como la
ausencia de daños prevenibles en los pacientes y la reducción hasta un mínimo aceptable del riesgo de causarles innecesariamente daños al atenderlos. Sin embargo, según la OMS la mitad de los daños prevenibles asociados a la
atención sanitaria tienen que ver con errores en la
prescripción de medicamentos: uno de cada 30 pacientes sufre daños como consecuencia de los medicamentos que toma.
Otros riesgos para la seguridad del paciente asociados a la atención sanitaria son
errores en las intervenciones quirúrgicas,
infecciones adquiridas en los centros sanitarios,
errores diagnósticos, caídas, úlceras por presión o errores relativos a la identificación de pacientes, entre otros.
Para el presidente del CGE "la mayoría de estos errores no se deben a prácticas incorrectas de los profesionales, sino que son producto de
deficiencias sistémicas en las estructuras y los procesos del
sistema sanitario. Para conocer las causas de los errores que se producen durante la atención sanitaria, debemos dejar de buscar culpables y adoptar un planteamiento en el que se analicen estas deficiencias y donde se evalúe el
grado de estrés que soportan los profesionales en los centros sanitarios, que son entornos complejos y en continua evolución", ha subrayado.
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