Menos de la mitad de los sanitarios no enfermeros darían su voto a favor de que una profesional de este último ramo ostentase la gerencia del hospital en que trabajan, en concreto un 45,2 por ciento, según un sondeo dado a conocer por la máxima responsable del Hospital Comarcal de Inca del Servicio Balear de Salud, Soledad Gallardo.
En la misma encuesta, los consultados que sí eran enfermeros respondieron a la misma pregunta de forma positiva en un 82,3 por ciento. Y, en otras preguntas del mismo trabajo menos directas como, por ejemplo, si se considera adecuado el perfil del enfermero para la labores directivas en el hospital, un 54,8 por ciento de los sanitarios no enfermeros respondió que sí frente al 90,4 por ciento que contestó de forma negativa a la misma interrogante.
La enfermera hace frente a un “doble techo de cristal”
Gallardo ha asegurado que el predominio en su hospital de directivas enfermeras ha requerido, de hecho, “de una gran valentía” por cuanto el colectivo se enfrenta, en general, “a un doble techo de cristal”: el debido a su condición femenina y el atribuido a su profesión.
“Las enfermeras poseemos capacidad integradora y conocimiento tácito pero hay un inconveniente, la superespecialización, que nos hace perder visión periférica y perder de vista la visión global del enfermo”, ha reflexionado.
La directiva también ha criticado la excesiva movilidad de las enfermeras debida a la precariedad de los contratos laborales pero, al mismo tiempo, ha animado a reconocer la virtud de disponer de experiencia en casi todos los ámbitos hospitalarios con el paso del tiempo.
Diferencias de tiempo asistencia por ronda de medicación
Por otra parte, María Ángeles Barba, directora de Enfermería del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, ha revelado que, solo en una ronda de medicación, existen considerables diferencias de tiempo dedicado por cada enfermera al paciente, lo que demuestra “la gran variabilidad de la asistencia en este colectivo”.
Asimismo, Barba se ha preguntado por qué las altas hospitalarias son muy pocas antes de las 12 horas del ingreso del paciente y por qué se tardan varias horas en hacer el ingreso a planta desde urgencias aun cuando la habitación esté ya preparada.
Desde que el paciente llega hasta el alta, existe un 55 por ciento de acciones carentes de valor añadido y tan solo un 10 por ciento que sí: “Históricamente hemos trabajado en este último porcentaje cuando el problema está en el primero”, ha advertido.
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