Competencias y formación: receta para fortalecer a la enfermera de Familia

Enfermería es todavía una asignatura pendiente en Atención Primaria. Así, lo señala la evaluación de la implementación de la primera reforma del componente 18 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia en el Sistema Nacional de Salud (SNS), cuya primera acción establecía el diseño de una actuación para el primer nivel asistencial del país. Los resultados del análisis emitido por el Ministerio de Sanidad señalan que la especialidad de Familiar y Comunitaria todavía no goza del grado de implantación adecuado. Un mal para el que el departamento encabezado por Mónica García propone una serie de soluciones. recogidas bajo un único objetivo: el desarrollo de la mencionada rama enfermera.

Así, el informe señala la importancia de fomentar la formación de las especialistas de Familiar y Comunitaria, el establecimiento de unas competencias claras para las distintas profesiones que laboran en Atención Primaria y la contratación de este tipo de sanitarias en los distintos servicios de salud de las comunidades autónomas. Pasos con los que impulsar la disciplina, creada hace dos décadas, pero con escaso avance en buena parte de la geografía española.

Es más, la mayoría de regiones todavía no ofrece ningún reconocimiento por la tenencia de dicha especialidad, pese a que solo quedan Madrid y Cataluña por elaborar la categoría profesional en la que se incluiría a este grupo. Asimismo, solo Aragón, Galicia, País Vasco, Navarra, Comunidad Valenciana cuentan con puestos funcionales para estas sanitarias, lo que facilita su incorporación al sistema. En cuanto a bolsas de trabajo específicas, Andalucía, Canarias, Cataluña, La Rioja y la Comunidad de Madrid todavía no han avanzado en su creación.

Recomendaciones de Sanidad

Entre las actuaciones, el informe aboga por crear una guía de recomendaciones del SNS para facilitar la llegada de la especialista en Familiar y Comunitaria. Un documento en el que se han de identificar las buenas prácticas para favorecer una incorporación progresiva y el reconocimiento adecuado de las competencias y responsabilidades de los distintos perfiles participantes en Atención Primaria.

Asimismo, considera clave la realización de un estudio nacional y por comunidad autónoma en el que se analicen las necesidades existentes para la formación de personal de Enfermería de Familiar y Comunitaria. Con ello, impulsar actividades que mejoren el perfil de estas sanitarias, por ejemplo, mediante cursos instructivos y de sensibilización sobre la indicación enfermera de medicamentos y productos sanitarios sujetos a prescripción médica.

"Sanidad aboga por realizar un estudio para analizar las necesidades existentes a nivel formativo"

A través de las páginas del documento, Sanidad aconseja avanzar hacia una atención personalizada del paciente por parte de todas las profesiones sanitarias, por lo que resalta la relevancia de desarrollar protocolos de coordinación multidisciplinar o la creación de grupos de trabajo conjunto. La misión es conseguir integrar a todos los miembros del SNS.

Por último, el organismo encargado de la cartera sanitaria afirma que sería clave la elaboración de un mapa de competencias de todos los profesionales de Atención Primaria, el cual debería trasladarse a las comunidades autónomas y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) -del que depende Ceuta y Melilla-. Un paso previo al fortalecimiento de las labores de la enfermera de Familia, pero también de otros perfiles, como facultativos, Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería o el personal administrativo.

Barreras para Enfermería.

Esta serie de actuaciones buscan garantizar la implantación de la figura de la especialista en Familiar y Comunitaria. Una disciplina afectada por la lentitud en su implantación por parte de las comunidades autónomas, que se traduce en un menor número de enfermeras con dicha formación, lo que limita su disponibilidad para la cobertura de vacantes.

Según el informe, esta escasez compromete la capacidad docente de los centros, dado que las unidades docentes multidisciplinares de Familiar y Comunitaria requieren de dos enfermeras especialistas tras la modificación del programa formativo de la mencionada rama médica. De momento, se desconoce el número de departamentos de formación sanitaria especializada que pueden surgir al tenerse en cuenta este punto.

A su vez, estas sanitarias encuentran problemas en su rutina diaria en el SNS debido a la reticencia de otros profesionales respecto a la adquisición de competencias más amplias, como puede ser la indicación de fármacos. También aparecen dificultades debido a la falta de consenso entre las distintas organizaciones que tratan su profesión -instituciones, colegios profesionales, sindicatos...-, lo que retrasa la toma de decisiones sobre la especialidad.