Hasta 2030 se espera que se jubilen casi
cinco millones de enfermeras en todo el mundo. Un dato preocupante teniendo en cuenta que estas enfermeras no se están reemplazando dejando los sistemas sanitarios de todo el mundo sin el personal necesario. “Son datos muy preocupantes, sobre todo para países como España donde ya, a día de hoy, la ratio de enfermeras es muy baja. Desde la
Organización Colegial de Enfermería de España instamos a los países a realizar una mayor inversión en los sistemas de salud en general. Es necesario invertir en enfermeras”, resalta Florentino Pérez Raya.
Ahora, el informe
“¿Envejeciendo bien? Políticas para sostener a las enfermeras más mayores en el trabajo” basado en el informe de la Organización Mundial de la Salud “Situación de la Enfermería en el Mundo” y publicado por el
Centro Internacional de Migraciones de Enfermeras (ICNM), el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) y el CGFNS International, Inc., detalla las implicaciones y las acciones políticas necesarias para retener a las enfermeras más veteranas en el lugar de trabajo. “Tenemos que mejorar la retención de las enfermeras más mayores porque si no corremos el riesgo de perder a los miembros más experimentados de la profesión en un momento en que la pandemia ha puesto al descubierto el riesgo de la escasez mundial de enfermeras”, expone
James Buchan, profesor adjunto en el Centro Colaborador de la OMS en la Universidad Tecnológica de Sídney (Australia).
Todo apunta a que en 2030 los países más afectados con esta escasez de enfermeras serán en aquellos de renta media y baja, “pero los países desarrollados han de despertarse ante el hecho de que el 17% de su personal de enfermería, es decir
4,7 millones de enfermeras, sopesarán la decisión de jubilarse a lo largo de la próxima década. Por tanto, necesitamos políticas en vigor que permitan que cada enfermera envejezca bien junto con políticas dirigidas a la retención y al apoyo general a las enfermeras más mayores para que sean miembros activos de la profesión”, añade Buchan.
"Nuestras enfermeras están agotadas"
Esta carencia de personal, que las organizaciones sanitarias llevan reclamando desde hace años, se ha visto aumentada por la pandemia de Covid-19. “
Tras los últimos nueve meses, las enfermeras están agotadas, algunas padecen trastorno de estrés postraumático y muchas de las que han regresado a los centros sanitarios a echar una mano no se van a quedar. También sospecho que las enfermeras que antes del Covid-19 tenían intención de trabajar hasta su edad normal de jubilación quizá ahora piensen que han tenido suficiente”, comenta Howard Catton, director general del CIE.
Una de las medidas es implementar políticas que tengan en cuenta que el envejecimiento del personal de Enfermería
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“En el pasado, los países ricos consideraban que la importación de enfermeras de países más pobres era una parte clave de la solución para hacer frente a sus propias carencias, algo que nunca ha sido aceptable cuando
priva a los países con sistemas sanitarios más débiles de sus tan necesarios recursos de enfermería, y puede que un mundo post pandémico sea testigo de patrones migratorios diferentes en los que los países que habitualmente desempeñan el papel de ‘donantes’ dejen de hacerlo. Por tanto, cada país debe tener el objetivo de ser autosuficiente en la producción de suficientes enfermeras para cubrir las necesidades de su población”, resalta Catton.
Una de las medidas ante esta posible crisis de personas es implementar políticas que tengan en cuenta que el envejecimiento del personal de enfermería.
“Comprender los retos relativos a su retención y reemplazo será fundamental para desarrollar respuestas políticas que afronten adecuadamente las necesidades sanitarias de este mundo cambiante”, expone Franklin A. Shaffer, presidente y director general de CGFNS International.
Tal y como pone de manifiesto el informe sobre la Situación de la Enfermería en el Mundo, serán necesarias aproximadamente
4,7 millones de enfermeras nuevas para el año 2030 solamente para sustituir a las enfermeras que está previsto que se jubilen… “Sin contar con los aproximadamente
5,9 millones de enfermeras que harán falta para paliar la escasez mundial que no deja de crecer. La contratación internacional de enfermeras ha de gestionarse sensata y éticamente, en línea con el Código de Prácticas Mundial de la Organización Mundial de la Salud sobre migración del personal sanitario”, puntualiza Shaffer.
Claves para retener a las enfermeras más veteranas:
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Comprender el perfil de la fuerza laboral y las necesidades de empleo de las enfermeras más mayores.
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Evitar el sesgo de edad en el proceso de contratación.
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Proporcionar trabajo flexible que cubra las necesidades de las enfermeras más mayores.
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Garantizar que las enfermeras más mayores tienen acceso a desarrollo profesional y oportunidades de carrera profesional.
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Garantizar que las políticas de salud y seguridad ocupacional posibilitan el bienestar del personal.
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Contribuir al rediseño de los puestos de trabajo para reducir la carga laboral y el estrés al objeto de optimizar la contribución de las enfermeras más mayores.
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Mantener el sueldo y los beneficios que cubren las necesidades de las enfermeras más mayores.
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Mantener a las enfermeras más mayores en la práctica avanzada y especializada y en los puestos de supervisión.
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Mantener una planificación de la sucesión para posibilitar la transferencia de conocimiento y el desarrollo del liderazgo.
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Proporcionar opciones de planificación de la jubilación y una prestación de pensiones flexible.
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