El Consejo General de Enfermería ha apuntado que el nombramiento de Juan Diego Pedrera Zamorano en la comisión de acreditación de las especialidades de Enfermería de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) ayudará a mejorar las garantías de evaluación para acceder a una plaza de profesor titular o catedrático.
Ante las críticas en las redes sociales de que un médico esté al cargo de evaluar a los docentes de Enfermería, el Consejo General de Enfermería ha precisado que, según lo establecido en la legislación vigente, “es imposible que un enfermero pueda formar parte de esta comisión de libre designación por la Aneca. Y esto es así porque el Real Decreto 415/2015 establece que los evaluadores deben cumplir los siguientes requisitos para poder evaluar las dos figuras de profesorado funcionario: ser catedrático de universidad y tener, al menos, tres sexenios de investigación”.
En este sentido, agregan que “lamentablemente, a día de hoy no hay ni un solo enfermero en España que cumpla con estos requisitos y por tanto solo cabe la elección de una persona perteneciente a otra disciplina para dicho puesto”. Pedrera Zamorano, no obstante, ha “trabajado de tú a tú y en igualdad de condiciones con la enfermería, que conoce a fondo la disciplina enfermera, sus estudios, su preparación, su excelencia, y su realidad social y científica, no es sino una excelente noticia para la profesión”, precisan.
La Comisión de la que forma parte Juan Diego Pedrera y a la que estarán asignados los docentes de enfermería que quieran ser profesores titulares o catedráticos de universidad también será la encargada de evaluar a los docentes de Medicina Preventiva y Salud Pública; Farmacología; Fisioterapia; Podología; Nutrición y Bromatología; Medicina y Sanidad Animal; y Medicina y Cirugía Animal, entre otras.
El nombramiento de Pedrera Zamorano está enmarcado en la aplicación de la nueva legislación vigente, concretamente del Real Decreto 415/2015, por el que Aneca ha modificado su sistema de evaluación del profesorado para el acceso a las dos categorías del cuerpo docente de la Universidad: profesor titular y catedrático de Universidad. Esto ha sido posible al incrementar el número de comisiones evaluadoras, que han pasado de ser cinco y muy genéricas a veintiuna y mucho más específicas y especializadas.
Consecuentemente, también se ha multiplicado el número de evaluadores que pasan de 35 a 119, incorporando además a representantes de una gran parte de los estudios a cuyos profesores deberán evaluar.
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