"Si el médico descarga trabajo en Enfermería, ¿quién hace lo nuestro?"

María Isabel Mármol ha tomado los mandos la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) con el claro objetivo de “dar voz” a las enfermeras comunitarias para “llegar al más alto nivel de decisión”. Unas profesionales que, según afirma la profesora de la Escuela Enfermería La Fe de la Universidad de Valencia a Redacción Médica, están llamadas a “adquirir el máximo protagonismo” en el modelo sanitario y de Atención Primaria, que, tal y como sostiene la Asociación, requiere de una “profunda revisión”.

Mármol, que ha tomado el relevo de José Ramón Martínez Riera, quien se despidió de la presidencia en las XI Jornadas Nacionales de la AEC, asegura que el gremio ya está siendo escuchado y que el peso de la enfermera comunitaria en el sistema sanitario es cada vez mayor. Aún así, queda mucho camino por recorrrer, por lo que la nueva Junta Directiva de la AEC seguirá trabajando en la misma línea para alcanzar el objetivo: “Reivindicar el rol que debe tener la enfermera comunitaria en todos los niveles”.

¿Qué motivos le han impulsado a presentarse al cargo de presidenta de la AEC?

Llevo muchos años vinculada a la AEC. En 2012, fui vocal de la Asociación en la Comunidad Valenciana y, desde 2014 hasta ahora, he ejercido como secretaria junto al expresidente José Ramón Martínez. Ha sido la evolución natural, a falta de la decisión de los asociados que ha sido favorable.

¿Cómo ha recibido el nombramiento?

Tengo mucha ilusión, aunque es mucha responsabilidad y compromiso, por supuesto. 

¿Cuáles van a ser las principales prioridades de la Asociación en esta nueva etapa?

Las mismas que hasta ahora. Seguir luchando por conseguir visibilizar a las enfermeras comunitarias, algo necesario para que se traduzca en la mejora de la calidad de los cuidados. También queremos seguir participando y que se nos escuche. Ya nos están llamando de diferentes comunidades autónomas y a nivel ministerial y estamos participando en diferentes estrategias, por lo que este el camino a seguir.  

"España no saca el máximo partido a la enfermera comunitaria, pero estamos trabajando para que así sea"

¿Qué balance hace de las XI Jornadas Nacionales de la AEC celebradas en Logroño?

El balance es muy positivo. Aún tenemos que analizar las encuestas de satisfacción de los asistentes, que nos darán la última palabra, pero la Junta Directiva y los comités organizador y científico estamos muy satisfechos con la asistencia, la participación y la calidad de los ponentes y las comunicaciones. Esperemos que nuestra opinión coincida con la de los asistentes.

¿Qué es lo que más preocupa a la Enfermería Comunitaria?

Una de las cosas que más nos preocupa es la visibilidad, dar voz al colectivo y poder llegar al más alto nivel de decisión. Sobre todo queremos que se nos escuche; tenemos mucho que decir y llevamos muchos años cuidando. El cuidado es muy amplio a nivel de formación y también estamos investigando, por lo que tenemos que difundir todos esos resultados para poder trasladarlos a la práctica y que reviertan en la calidad de los cuidados que llevamos prestando tantísimo tiempo.

¿La enfermera comunitaria es una figura valorada en España?

España no saca el máximo partido a la enfermera comunitaria, pero estamos trabajando para que así sea. Es un proceso que ha llevado mucho tiempo y, años tras año, hay más enfermeras especialistas. La vía excepcional está pendiente de resolución y falta por celebrar la segunda convocatoria. Además, se están creando las categorías de enfermeras especialistas en las comunidades autónomas, aunque es un proceso lento.

Desde la AEC se ha manifestado la necesidad de un cambio de modelo sanitario y de Atención Primaria. ¿Qué protagonismo tiene que tener la enfermera especialista en este nuevo modelo?

La enfermera tiene que adquirir el máximo protagonismo. No somos las únicas; hay otras profesiones en este modelo y nos tenemos que coordinar, pero cada una desde su disciplina.

En muchas ocasiones, la ampliación de competencias enfermeras va ligada a la 'descarga' de médicos.

Si el médico descarga en la profesión enfermera, ¿quién hace lo nuestro? Nosotras tenemos mucho que hacer, desde la promoción de la salud hasta el tratamiento. Tenemos funciones gestoras, investigadoras, etc.

El asenso de Enfermería a la categoría A1 de la Administración Pública es una de las grandes reivindicaciones de la profesión. ¿Podría ser una realidad a corto plazo?

Nosotros no somos un sindicato, pero por supuesto que Enfermería tiene que alcanzar la categoría A1. Somos Grado, al igual que otras profesiones sanitarias, y no tenemos techo profesional. ¿Por qué no A1?

La primera prueba extraordinaria de acceso a la especialidad no estuvo exenta de polémica, pero la comunicación entre la AEC y el Ministerio de Universidades no ha sido fluida, según señaló el expresidente Martínez Riera. ¿Cómo se plantea el trabajo con Universidades en esta nueva etapa?

Nosotros somos continuistas, por lo que vamos a seguir trabajando en la misma línea. Seguiremos reivindicando el rol que debe tener la enfermera comunitaria en todos los niveles y que se nos dé voz también en el Ministerio de Universidades.

En cuanto a la creación de una estrategia de cuidados anunciada por la ministra de Sanidad, ¿se ha producido algún avance? 

Estamos incluidos en diferentes Grupos de Trabajo dirigidos a cuidados, pero no se ha avanzado mucho al respecto.

La Asociación presentó alegaciones al Anteproyecto de Ley por el que se crea la Agencia Estatal de Salud Pública (Aesap). ¿Han sido aceptadas?

Estamos a la espera. Acaba de arrancar la nueva Junta Directiva, por lo que nos tenemos que sentar para ver el punto exacto en el que se encuentra esta cuestión.

¿Qué les parece la propuesta del aumento de plazas de acceso al Grado de Enfermería?

Es una medida necesaria porque la falta de enfermeras a nivel nacional es grandísima, por lo que tiene que salir un número mayor de egresadas.

Pero muchas de ellas no se quedan en España.

Hay que mejorar las condiciones generales. No solo hay que ampliar la oferta de acceso, sino posibilitar y garantizar que no haya fuga de talentos. Estamos muy bien valoradas fuera de España y, aunque en nuestro país también lo estamos, esto no se traduce en las posibilidades que tenemos profesionalmente.