Las guías de prescripción enfermera han abierto una brecha entre el
Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom) y el sector de la
Enfermería, que tilda de “inentendible” el recurso de alzada interpuesto por la organización de
Tomás Cobo contra los nuevos manuales. “Ha sido toda una sorpresa porque la normativa contaba con el consenso de todos los colectivos sanitarios implicados en esta normativa”, argumenta el presidente del Consejo General de Enfermería (CGE),
Florentino Pérez Raya, quien sostiene que estas “discrepancias” no proceden del conjunto del colectivo médicos sino “de algunos representantes”.
En declaraciones a
Redacción Médica, Pérez Raya constata el malestar que ha surgido tanto en el CGE como en el
Sindicato de Enfermería (Satse) tras confirmarse el
recurso del Cgcom contra las nuevas guías de prescripción enfermera. La organización médica apela a que la normativa otorga a los profesionales enfermeros “competencias que no están actualmente en ninguna norma vigente de rango legal”, lo que supone no solo una “clara vulneración” de la Constitución española sino un
“perjuicio irreparable” para los intereses de los facultativos.
El sector enfermero se defiende de las críticas. “Fue toda una sorpresa comprobar que nuestros compañeros médicos, farmacéuticos y dentistas han recurrido o se han planteado recurrir estas guías que, para nuestro asombro, contaban con el consenso de todos los colectivos sanitarios implicados en esta normativa”, subraya Pérez Raya, que incide en que, para el CGE, “es inentendible que se quiera tumbar una normativa que lo que
busca es el beneficio de los pacientes y el sistema sanitario en su conjunto”.
“De hecho se nos hace todavía más difícil de comprender porque lo más importante de estas guías es que han nacido fruto del entendimiento y el diálogo entre médicos, enfermeros, farmacéuticos, sanidad militar, mutuas y las propias administraciones públicas. Por ejemplo, es de recibo que se conozca que en la realización de estas guías
han participado hasta cuatro representantes de la Organización Médica Colegial, además de otros médicos propuestos por las comunidades autónomas y varios miembros de sociedades científicas médicas”, recalca.
En este sentido, el presidente del CGE sostiene que estas “discrepancias” proceden “de algunos representantes de los compañeros médicos y no de todos”. “Ni mucho menos de los médicos asistenciales, que comprenden y entienden la necesidad de estas guías”, concluye.
"Mala fe" hacia profesionales y pacientes
Igual de inflexibles se muestran desde Satse. El sindicato que preside Manuel Cascos tacha de
“mala fe hacia los profesionales y los pacientes” el recurso del Cgcom, que, bajo su punto de vista, carece de “soporte científico o asistencial que lo justifique”. En un comunicado, la organización enfermera ha considerado
“sorprendente” que representantes de la OMC que habían “participado durante meses en la elaboración de las guías de hipertensión y diabetes “ahora se autocensuren con un recurso ante el Ministerio de Sanidad”.
“En estas guías no se establecen competencias nuevas para las enfermeras, sino que simplemente se optimizan las ya existentes en base a protocolos y guías de actuación profesional”, argumenta el sindicato enfermero, que incide en que, en lo referente a medicamentos sujetos a prescripción médica, siempre es necesaria la “
participación activa” del facultativo.
“Por ello, no existe posibilidad alguna de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica de manera libre y directa por parte de las enfermeras, sino que, por el contrario, ha de venir precedida de la correspondiente prescripción médica”, concluye Satse.
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