El Gobierno ha dado un paso en firme para permitir a los colectivos profesionales expuestos a condiciones de penosidad, toxicidad o peligrosidad
jubilarse de forma anticipada sin que merme su pensión, según ha avanzado
El País. Desde el
Ministerio de Seguridad Social indican a
Redacción Médica que ya se ha trasladado a los sindicatos un borrador del real decreto, que queda ahora abierto a aportaciones. Según estas fuentes, en la mesa de diálogo social de este lunes
no se ha hablado todavía de “colectivos concretos” que puedan beneficiarse del nuevio modelo, pero sí de
“indicadores objetivos” que especificarán qué trabajadores que podrán acogerse al mismo. De forma paralela, el Ejecutivo ha planteado la creación de un grupo de trabajo para estudiar otros colectivos que puedan sumarse. Lo cierto es que los agentes sociales vienen apelando a la
“peligrosidad” y “penosidad” a la que se enfrentan médicos y enfermeros en su labor, algo que ya han transmitido a la propia
Elma Saiz y al titular de Función Pública,
José Luis Escrivá.
Según ha trascendido este martes, Seguridad Social ha puesto sobre la mesa
tres índices para que los colectivos profesionales puedan solicitar la jubilación anticipada. Uno se extrae de la división del gasto provocado por las bajas de grupos de edad y género concretos en un periodo determinado sobre la suma de las bases de cotización devengadas en ese tiempo, tal y como avanza
El País. El segundo surge de la división del número de bajas del mismo grupo de observación entre el conjunto de
trabadores expuestos al riesgo; y el último, de la división del
número de fallecidos entre el global de profesionales enmarcados en la actividad (multiplicado por mil).
En caso de que profesiones concretas no presenten estas
tasas de morbilidad o mortalidad, el Ejecutivo ha planteado la creación de un
grupo de trabajo en el que participarían miembros de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social, el Ministerio de Función Pública, Inspección de Trabajo, asociaciones empresariales y sindicatos. Esta mesa estudiará si otros colectivos 'cumplen' con los requisitos para acogerse a la
jubilación anticipada.
Al margen de ello, fuentes del
Ministerio de Seguridad Social han avanzado que en las conversaciones de este lunes no se hizo alusión a colectivos concretos, sino de la necesidad de fijar los baremos mínimos para que una profesión pueda ser considerada de
“penosa” o “peligrosa”. Por el momento, existen diferencias entre Gobierno y sindicatos sobre el primero de estos indicadores.
Condiciones “peligrosas” y “penosas” en sanidad
A lo largo de los últimos meses, los agentes sociales han redoblado su presión sobre el Ejecutivo para que revise los
coeficientes reductores aplicables para la jubilación anticipada. Las centrales insisten en que la legislación vigente (la
Ley de Seguridad Social) avala que la edad ordinaria de retiro sea rebajada para los profesionales de la sanidad, especialmente ciertos perfiles expuestos a jornadas
“extenuantes” (debido, entre otras razones, a las
guardias) y a la
exposición a tóxicos.
En este sentido, desde la
Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) asumen que posiblemente no todas las
especialidades sean “peligrosas” para aplicar ciertos coeficientes reductores, pero sí engloban en este apartado aquellas en las que las guardias son obligatorias o cuyos profesionales trabajen con radiaciones o tóxicos.
“También habría que atender a otra serie de características, como los peligros a los que se enfrentan los médicos de Urgencias o los que tienen riesgos especiales como las radiaciones”, sostuvo
Tomás Toranzo, presidente de CESM.
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