Los
sueldos de las mujeres que ejercen en la sanidad cerraron el año 2018 con una diferencia negativa del 12 por ciento en comparación con las remuneraciones de los hombres. Aunque la cifra todavía marca una importante
brecha salarial de género, el sector ha logrado mejorar sus datos en casi cinco puntos porcentuales desde el arranque del siglo XXI, lo que representa la
cuarta mejor tendencia de todas las áreas productivas del mercado laboral español.
Un informe publicado por
Fedea ha puesto cifras a la evolución de este fenómeno en los principales sectores económicos. En casi dos décadas, la sanidad ha logrado ir reduciendo progresivamente las diferencias a nivel salarial entre los dos sexos y ha dejado atrás el
máximo histórico del 21,7 por ciento que se registró en el año 2006, justo antes del arranque de la crisis financiera internacional.
Esta mejoría se ha producido en un contexto en el que paulatinamente las mujeres han ido incrementando su presencia en las plantillas de médicos o enfermeros. Entre el año 2002 y el 2018, la
feminización en el sector salud ha pasado de representar el 71,5 por ciento de los trabajadores
al 76,5 por ciento.
El recorte en la brecha de género en la sanidad solo se ha visto superado por otros tres sectores que han presentado una tendencia más marcada. La
construcción, las
industrias extractivas o la
energía han reducido sus diferencias entre sexos de una forma más rápida, a pesar de ser profesiones históricamente más masculinizadas.
Variación de brechas de género por sectores. Fuente: Fedea.
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En el otro lado de la balanza, el informe de Fedea ha advertido de que hay sectores que han agrandado su brecha de género en la última actualización. Los casos más agravados se han dado en la
hostelería, el
comercio, el
transporte, la
educación, la
intermediación Financiera y la
inmobiliaria.
La brecha de género en España por sectores
En términos absolutos, la sanidad representa el cuarto sector con menor brecha salarial de género en la economía española. Solo la
educación (6 por ciento), la
construcción (6,2 por ciento) y la
hostelería (6,9 por ciento) presentan mejores cifras. Mientras que los resultados más desiguales se han registrado en la
industria manufacturera (20,1 por ciento), las
finanzas (17 por ciento) y el
transporte (16,6 por ciento).
Más allá del sector de pertenencia, los expertos económicos de Fedea también han apuntado a que factores como la
edad, el nivel educativo, la tipología del contrato, la antigüedad o el tamaño de las empresas también tienen una influencia directa en las diferencias salariales entre hombres y mujeres.
“Los resultados obtenidos en el artículo ponen de relieve que en términos salariales las mujeres están en una peor situación respecto a los hombres con similares características observables.
Esta es una pérdida que talento y de crecimiento potencial que ninguna economía se puede permitir, mucho menos en un contexto de envejecimiento de la población en el que nos encontramos” han concluido los autores.
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