Menos memorizar temario y más aptitudes prácticas. Este es uno de los objetivos de la inminente reforma de las oposiciones impulsada por el ministro de Política Territorial y Función Pública,
Miquel Iceta. Según adelantó el ministro socialista, en esta nueva estrategia de acceso que pretende lanzar el Gobierno se premiarán las aptitudes y las actitudes sobre la capacidad memorística que hasta ahora imprimía el carácter de las
oposiciones. Sin embargo, esta nueva estrategia no ha recibido el beneplácito de algunos grupos de la Administración, como el
Sindicato de Enfermería (Satse), que entiende necesario mantener la realización de una prueba o examen que, además de preguntas tipo test, incluya casos prácticos.
La organización sindical explica a este periódico que no es partidaria de la realización de entrevistas personales, “porque el margen de
discrecionalidad y subjetividad que se abre es muy grande” y abogan por un modelo con exámenes que no sean de “un nivel de exigencia superlativo”.
En cuanto a la fase de concurso, una demanda fundamental para el Sindicato de Enfermería es que se establezca un baremo de méritos homogéneo en todo el país al tratarse de puestos estructurales a nivel estatal. “Entendemos que debe existir una 'horquilla' en lo que respecta a la valoración de los méritos del aspirante que permita que cada comunidad autónoma establezca la proporción que estime adecuada, pero
no es aceptable que haya grandes diferencias por el mero hecho de estar en un territorio u otro”, explican voces del sindicato.
Respeto a los principios de mérito, igualdad y capacidad
Por último, Satse subraya que cualquier proceso selectivo mediante el actual sistema de concurso-oposición debe garantizar los
principios generales de mérito, igualdad y capacidad. “Cualquier cambio que se promueva desde la administración pública debe asegurar el respeto escrupuloso a los mismos para que todos los aspirantes tengan de partida las mismas oportunidades para lograr el puesto que desean”, concluye.
Se trata de una posición que también comparte UGT Servicios Públicos, cuya responsable de Salud, Ana Roger, reclama al Gobierno una fórmula que sea eficaz para resolver el problema pero con garantías jurídicas, con respeto a dichos principios, aunque declina “entrar en detalles sobre cómo deben ser las convocatorias” antes de que concluya la negociación.
Tampoco los médicos son partidarios de este innovador sistema, ya que, a su entender "rompería con el mérito, la igualdad, la capacidad y la equidad" que deben regir los procesos de selección. Eliminar el examen, supondría limitar el proceso a un concurso de "méritos puro y duro" que podría perjudicar y "dejar sin posibilidades" a aquellos que hubieran terminado en el último año, explica
Vicente Matas, miembro del sindicato médico andaluz y de la
Organización Médica Colegial (OMC).
Acabar con la temporalidad
Para el facultativo, la conjunción de ambas pruebas, examen y méritos, consigue establecer igualdad de oportunidades entre los distintos profesionales del sector, independientemente de los años de experiencia. Por un lado, aquellos médicos que llevan años prestando servicios y pueden tener dificultades en el examen por el tiempo transcurrido desde la carrera disponen de
"méritos propios que les compensan", mientras que los recién licenciados, con menos méritos, "posiblemente harán una prueba mejor" porque tienen los conocimientos más recientes y podrán optar también a una plaza.
Más allá de suprimir el examen, el colectivo considera que lo verdaderamente importante para el sector es
convocar oposiciones todos los años, con todas las plazas y que estas se resuelvan de manera "ágil en cuestión de meses y no años", apunta Matas. Incluso va un paso más allá al sugerir que también se tengan en cuenta las plazas "previstas en los próximos 6 meses" y no solo las actuales.
"Haciendo eso dos o tres años seguidos se acaba con la temporalidad", concluye.
Desde CCOO, su secretario general de la federación de Sanidad,
Antonio Cabrera, comparte que es “una locura” que haya
“60 temas para memorizar” en las oposiciones, y afirma que el acento se debe poner sobre las labores del día a día y no en aspectos jurídicos. El dirigente de Comisiobes Obreras defiende que el aprobado sea con la media de las diez mejores notas y que se favorezca la promoción interna del personal fijo, “que también tiene derecho”, y aboga por un acuerdo marco en la mesa general para eliminar la tasa de reposición. "Si no, será “difícil llegar al 8%”, concluye.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.