Los profesionales sanitarios han protagonizado una nueva
pérdida de su poder adquisitivo en el segundo trimestre del año. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) han revelado que el c
oste salarial por cada hora efectiva de trabajo efectiva ha caído un 0,7 por ciento entre los meses de abril y junio, en comparación con el mismo periodo del año anterior. Es el mayor recorte que se ha registrado en los
últimos cuatro años.
El informe del
Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA) ha revelado que el desembolso para cubrir l
os sueldos en las actividades sanitarias y de los servicios sociales ha roto su tendencia al alza, después de encadenar medio año con ligeras subidas interanuales. No se observaba una caída tan fuerte desde el
segundo trimestre de 2018 cuando este indicador llegó a perder hasta un
4,1 por ciento.
La nueva actualización ha colocado a los sanitarios muy por detrás de la media general de todos los sectores que sí que ha protagonizado un incremento de los costes salariales del
2,6 por ciento entre abril y junio. La sanidad es la tercera por la cola en esta clasificación, solo por detrás de los trabajadores de las a
ctividades artísticas, recreativas y de entretenimiento que han protagonizado una pérdida del 4,2 por ciento en sus remuneraciones y del área
financiera y de seguros que se ha desplomado un 3,7 por ciento.
La inflación agudiza la pérdida de poder adquisitivo
A esta realidad hay que sumar el
efecto protagonizado por la inflación que todavía acrecienta más la pérdida de capacidad de compra. En el mismo trimestre del año el
Índice de Precios al Consumo (IPC) llegó a incrementarse hasta un
11,1 por ciento en un contexto marcado por la crisis económica derivada de la invasión de Rusia. Mientras los sanitarios veían mermadas sus remuneraciones, el coste de la vida no ha parado de crecer.
La situación de la sanidad choca con los buenos resultados de otros sectores que sí que han logrado compensar con algo más de fuerza la subida de los precios. El
suministro de agua, saneamiento, gestión de residuos y descontaminación lidera los datos del segundo trimestre del año con un incremento de los costes salariales del 13,9 por ciento, la única que ha mejorado la marca del IPC. Algo más rezagados aparecen otros rubros como la
hostelería (7 por ciento), el área de
energía, gas, vapor y aire acondicionado (6,5 por ciento) o el comercio al por mayor y por menos (5,1 por ciento).
A pesar de esta caída, los costes laborales generales de la sanidad y los servicios sociales han cerrado el ecuador del año con un valor neutro. El retroceso en los salarios se ha visto equilibrado por otras categorías. Si se descuenta de la ecuación las pagas extraordinarias o el abono de los atrasos,
el desembolso sí que es de un 1,3 por ciento más que hace un año
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