Los 27 estados miembros de la
Unión Europea (UE) acuerdan poner en marcha medidas de apoyo a trabajadores con
problemas de salud mental de cara a
prevenir y acortar sus bajas por enfermedad. Se trata de uno de los principales compromisos recogidos en el documento que, a petición de la ministra de Trabajo y Economía Social en funciones,
Yolanda Díaz, ha aprobado este lunes el
Consejo de Empleo y Políticas Sociales de la UE (Epsco) para frenar los riesgos psicosociales en el entorno laboral.
El texto,
el primero de estas características que se promueve a nivel europeo y al que ha tenido acceso
Redacción Médica, invita a los estados miembros a “promover
programas voluntarios de intervención temprana, adaptación laboral y apoyo a los trabajadores” en los casos en los que estos se acojan a un permiso por problemas de salud mental, para permitirles “una
reincorporación flexible y gradual a la mano de obra, acorde con su capacidad para trabajar”.
Además de ello, el documento,
Conclusiones sobre salud mental y precariedad laboral, recoge propuestas encaminadas a aumentar los esfuerzos para “
apoyar la contratación de trabajadores con enfermedades o trastornos mentales”, promover “
políticas de empleo de calidad para combatir la precariedad en todo tipo de lugares de trabajo”, construir un “entorno propicio para el
diálogo social bipartito y tripartito” y fomentar “
herramientas de formación y asistencia jurídica” para “reforzar” el papel del trabajador, todo ello con inclusión de perspectiva de género.
También se pide aumentar las
inspecciones de trabajo que detecten “riesgos psicosociales”, favorecer políticas para
“reconciliar la vida profesional, personal y familiar” y que los empleadores, incluidas las pymes, adopten medidas para “
gestionar los riesgos psicosociales en las evaluaciones de los riesgos para la salud y la seguridad en el trabajo”.
Salud mental como “estado del bienestar”
El documento define la salud mental como “un estado del bienestar en el que la persona desarrolla sus capacidades, es capaz de
hacer frente al estrés normal de la vida, está en condiciones de trabajar de forma productiva y fructífera y puede contribuir a su comunidad”. En este sentido, se afirma que “las
condiciones de trabajo de calidad repercuten positivamente en la salud mental de los trabajadores”.
No en vano, el texto recuerda que “la mala salud mental supone también
costes económicos y repercusiones en el marcado laboral”. Al respecto se recuerda el informe
Panorama de la Salud: Europa 2018, en el que se resaltó que los problemas de salud mental afectan a aproximadamente
84 millones de personas en toda la UE y que el coste total derivado de esa situación asciende a más del
4 por ciento del PIB en los países miembros, unos 600.000 millones de euros.
Más estrés laboral tras el coronavirus
Según datos de la
Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA), el
27 por ciento de los trabajadores de la UE afirma que el trabajo provoca o agrava problemas como
el estrés, la depresión y la ansiedad. Además, más de cuatro de cada diez empleados europeos afirman que su estrés laboral ha aumentado como consecuencia de la pandemia de covid-19.
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