El fervor feminista que caracterizó a los últimos años de la pasada década, justo antes de la irrupción del Covid-19, no vino acompasado de una mayor
igualdad salarial en el sector salud. Por el contrario, según los últimos datos del
Instituto Nacional de Estadística (INE), la
brecha de sueldo se ensanchó durante tres ejercicios seguidos hasta superar el 29 por ciento en 2021. La distancia, de media, ha crecido en 693,4 euros al año.
Tal y como se desprende del último
informe del INE sobre retribuciones en el sector de la sanidad, el sueldo medio anual de los hombres en este sector se sitúa en los
36.248,3 euros (con datos de 2021). Es decir, 10.867 más que las mujeres, que se mueven en los
26.403,2 euros.
La brecha salarial se hizo
paulatinamente más grande entre 2019 y 2021. Ese primer ejercicio, la distancia estaba de media en los 9.339,1 euros. Los sanitarios varones percibían 34.771,2 euros, y las mujeres, 25.432,1. Es decir, el sueldo de ellas solo alcanza el
73,1 por ciento del de los hombres. Dicho índice cayó hasta el 71,6 por ciento en 2020 y hasta el 70,8 de 2021.
Techo de cristal de las mujeres en sanidad
La diferencia salarial media entre sexos en el sector de la sanidad se explica, en buena parte, por la
falta de mujeres en los puestos de dirección.
Desde la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) vienen advirtiendo de que
las mujeres ocupan menos del 30 por ciento de los puestos de liderazgo en Medicina tanto en lo que respecta a la
asistencia sanitaria como a la participación en organizaciones profesionales y en posiciones académicas e investigación.
"Somos muy buenas para trabajar pero
no nos dejan liderar", denunció recientemente
Pilar Garrido, presidenta de la organización.
Feminización del sector de la salud
El distanciamiento salarial entre hombres y mujeres en sanidad coincide en el tiempo con una
mayor feminización del sector de la salud. La representación masculina ha retrocedido de forma constante desde 2020, según los datos del INE, que revelan que la ocupación de hombres que ejercen en sanidad es del 3,7 por ciento frente al 15,7 por ciento de sus compañeras.
No obstante, el
grado de masculinización de la sanidad en España es más elevado que las pasadas décadas. El mínimo histórico se registró en 2009, cuando el índice se situó en el 2,9 por ciento.
Muy diferente es el caso de las mujeres. Los últimos informes del Instituto Nacional de Estadística, correspondientes al 2022, constatan que hasta el
15,7 por ciento de las ocupadas están relacionadas con las actividades sanitarias, una tasa ligeramente inferior a la del ejercicio de 2022 (15,8 por ciento), cuando se alcanzaron máximos.
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