El sector de los
servicios sociosanitarios es uno de los más destacados en el aspecto negativo en cuanto a
brecha salarial de género en el ámbito público. Según un informe elaborado por
UGT a partir de la Encuesta de Estructura Salarial (ESS) del Instituto Nacional de Estadística (
INE), la diferencia entre los sueldos de hombres y mujeres en 2022 era del 23,68 por ciento en las actividades sanitarias y de los servicios sociales, por encima del 17,09 por ciento de la media nacional y casi el triple que el 9,69 por ciento en el sector de la
Educación.
“Al negociar los planes de igualdad, observamos que existen diferentes brechas de género en las trayectorias profesionales de las y los trabajadores de los
servicios públicos. Una de las más recurrentes es que las trabajadoras ganan de media menos que los trabajadores hombres, aunque realicen el mismo trabajo, o uno de similar valor, incluido en los servicios públicos y en las administraciones públicas”, indican desde
UGT Servicios Públicos.
De acuerdo a los datos que maneja el sindicato, en 2022 eran tres los sectores vinculados al ámbito público cuya
brecha salarial de género superaba la media porcentual española. En primer lugar figuraban las
actividades administrativas y los servicios auxiliares, con un 26,69 por ciento, lo cual se traducía en que los hombres cobraran 5.969 euros más, de media, que las mujeres.
Tras ello, el 26,07 por ciento de brecha en las actividades profesionales,
científicas y técnicas equivalía a 9.454 euros menos en las nóminas de las mujeres del sector respecto a sus compañeros hombres. En tercer lugar aparecían los servicios sociosanitarios, cuyo 23,68 por ciento de brecha equivalía a una diferencia negativa de 5.969 euros en las nóminas de las mujeres en comparación con la de los hombres trabajadores del sector. En todos estos casos también se superaba la media nacional en términos absolutos, que era de 5.022 euros.
Por debajo de la media porcentual española, aunque también con una diferencia de género considerable, estaban la
Administración Pública y Defensa, además de la
Seguridad Social obligatoria, con una brecha del 9,89 por ciento, que se traducía en 3.541 euros. La Educación era donde menos se notaba el impacto de género en las nóminas: las docentes cobraban un 9,69 por ciento menos que sus homólogos masculinos, que percibían, de media, 3.032 euros más que ellas.
Claves para reducir la brecha salarial de género
Para UGT Servicios Públicos es “clave” reducir estas diferencias salariales por su repercusión no sólo en el presente, sino también en el futuro en tanto en cuanto esta circunstancia “se replica en las
pensiones”. Frente a estos datos, en el sindicato abogan por “desarrollar de forma efectiva los mecanismos para identificar y corregir esta discriminación, promoviendo las condiciones necesarias y trabajando en los obstáculos existentes”.
Además, indica que “urge” poner en práctica registros retributivos, auditorías retributivas y una valoración de puestos de trabajo “que permitan hacer seguimiento de la
realidad salarial de hombres y mujeres”. El objetivo con todo ello es no sólo evitar que las brechas persistan, sino también que sigan creciendo, “ya que el objetivo debe ser garantizar retribuciones justas en los trabajos, tanto en valor como en salario”.
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