Los planes para
estabilizar plazas temporales de docentes en toda España han despertado incertidumbre entre los profesionales sanitarios. El
Consejo de Ministros ha aprobado este martes el real decreto que permitirá poner en marcha esta estrategia en los centros educativos con el objetivo de
reducir la temporalidad por debajo del límite del 8 por ciento de la plantilla. La nueva normativa servirá para adaptar la ley de medidas urgentes que ya se aprobó a finales de 2021 pero bajo condiciones más concretas. Si se aplicase el mismo modus operandi en sanidad, tendría un impacto negativo para los actuales interinos.
El especialista en derecho laboralista de Zeres Abogados,
Fabián Valero, ha explicado a
Redacción Médica las consecuencias que podría tener la aprobación de un plan con las mismas características sobre la plantilla pública del área sanitaria. “Si hacen lo mismo en sanidad
será una masacre de temporales”, ha calculado el abogado.
El real decreto servirá para regular dos
procesos de estabilización. El primero, mediante un sistema de
concurso-oposición dirigido a plazas ocupadas entre 2017 y 2020, entre las que se encuentran los planes contemplados en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2017 y 2018. Mientras que el segundo es un
concurso excepcional de méritos para puestos de larga duración anteriores al 2016.
Sin embargo, Valero calcula que apenas habrá profesionales que se beneficien del segundo de los procedimientos, ya que se quedarán fuera todos aquellos que formaron parte de las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) de estabilización de los años 2017 y 2018, en los que ya se incluyeron puestos anteriores al 2016. "
Serían muy pocas las plazas que realmente van a consolidación por méritos”, ha vaticinado.
Este plan de estabilización ya había recibido antes críticas por parte del
Consejo de Estado , el organismo encargado del encaje legal de las nuevas leyes, que había pedido algunos cambios al Gobierno. Finalmente el Ministerio de Educación ha terminado por ceder y ha limitado las
posibilidades para convertir la plaza en fija para que no afecte a los procesos de
reposición ni de
nueva creación.
La formación pesará más que la experiencia
El abogado laboralista también ha detectado problemas en las vías establecidas para la consolidación de méritos ya que la
“experiencia no es ni la mitad de la nota”. Mientras que se da una mayor importancia a “haber aprobado una oposición sin plaza”. Valero ha estimado que esto favorecerá a quienes no han llegado todavía a trabajar pero han acumulado muchos cursos académicos.
El real decreto establece que en el proceso por méritos la puntuación máxima será de
15 puntos repartidos en tres bloques diferentes. La
experiencia docente sumará 7 puntos, especialmente si se trata de la misma especialidad a la que se opta. La
formación académica representará otros 3 puntos. Mientras que otros méritos, como la superación de oposiciones en convocatorias anteriores o la formación permanente pueden llegar a completar otros 5 puntos.
Todas estas condiciones hacen pensar a Valero sobre las consecuencias que tendría la aplicación de un plan de estas dimensiones para los profesionales sanitarios con experiencia que aspiren a contar con un puesto fijo.
“Esto no es lo que se había prometido. Va a ser una escabechina de temporales”, ha zanjado.
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