La
brecha salarial en el sector sanitario sigue marcando diferencias entre profesionales. Más allá del salario médico, el
sector farmacéutico
lidera la industria en lo que refiere a salarios, y supera en más de un 62 por ciento el recibido por otras disciplinas más enfocadas a la atención directa de pacientes, como es el caso de Enfermería. Así lo recoge un informe de
Adecco, que demuestra que, mientras que
un visitador farmacéutico puede llegar a cobrar 61.800 euros al año, un enfermero con más de una década de experiencia apenas alcanza los 38.000 euros en la comunidad autónoma con mejores retribuciones.
La última
Guía Salarial 2025 publicada por Adecco revela no solo qué profesiones están mejor pagadas, sino también dónde se encuentran los
mayores y menores sueldos en sanidad. En un contexto de creciente
digitalización y
escasez de personal, las diferencias salariales evidencian los retos a los que se enfrenta el sector. Según este informe, que no valora el sueldo de los médicos, los visitadores farmacéuticos son los mejor pagados del sector, con sueldos que oscilan entre los 33.000 y los 61.000 euros anuales.
Sueldos sanitarios según empleo y comunidad autónoma
Las diferencias salariales varían en función de la experiencia y del territorio en el que se ejerza el oficio. Para los
visitadores farmacéuticos,
los mejores sueldos se encuentran en Madrid, donde profesionales con más de 10 años de trayectoria
pueden alcanzar los 61.800 euros, mientras que en comunidades autónomas como Murcia o Andalucía, los salarios alcanzan los 30.000 y 32.000 euros respectivamente. Los perfiles junior, con menos de tres años de carrera, comienzan con sueldos que pueden oscilar entre los 22.000 euros y los 30.000.
En el caso de los
enfermeros, los salarios también muestran notables diferencias. En las regiones mejor remuneradas, como es el caso de
Madrid, las retribuciones pueden alcanzar los
38.110 euros anuales para quienes cuentan con más de 10 años de experiencia, mientras que en comunidades con sueldos más bajos, como Murcia o Andalucía, los salarios alcanzan los 30.000 euros. Para los recién llegados al mercado, las cifras se enmarcan entre los 22.000 euros y los 30.000 euros.
En general, todos los perfiles sanitarios presentan también diferencias salariales según la autonomía en la que se ejerza. Los
técnicos de laboratorio, por ejemplo, tienen salarios que oscilan entre los 22.660 y 30.900 euros en Madrid, según la experiencia. En Castilla-La Mancha la cifra oscila entre 19.750 euros y 23.000 euros como máximo. Los
operarios de acondicionamiento primario y secundario, por su parte, pueden percibir entre 18.000 (Aragón) y 28.000 euros (Galicia).
Los
psicólogos sanitarios llegan en Madrid a los 35.020 euros en los puestos mejor pagados, con más de diez años de experiencia, aunque los principiantes comienzan con sueldos que rondan entre 17.510 euros y 23.000 euros, dependiendo de la comunidad autónoma. La Comunidad Valenciana es la que ofrece peores salarios a estos profesionales, con un máximo de 27.000 euros para aquellos con más trayectoria.
En el caso de los
auxiliares de Geriatría, los sueldos más altos oscilan entre los 18.540 euros en Castilla-La Mancha y los 26.000 euros en Galicia. Los
nutricionistas alcanzan salarios máximos que van desde los 22.000 euros en Murcia, hasta los 30.900 euros en Madrid. Los técnicos de I+D cobran, como máximo, sueldos de entre 26.780 (en Castilla-La Mancha) y 36.000 (Barcelona).
Junto a estos, un
operario de granulado, mezclado y comprensión recibe entre 18.000 (Murcia) y 30.000 euros (Asturias); y quienes se dedican a
atención al cliente entre 21.000 (Aragón) y 29.000 (Castilla y León).
Retos del sector sanitario en 2025
Más allá de las diferencias salariales, el informe de
Adecco señala que el sector sanitario enfrenta importantes desafíos en 2025. La
escasez de profesionales sigue siendo un problema clave, especialmente en
Enfermería y
Geriatría. Atraer y retener talento se ha convertido en una prioridad para las instituciones sanitarias, que buscan mejorar las condiciones laborales para evitar fugas de personal.
La
digitalización es otro de los grandes retos. La implantación de tecnologías como la inteligencia artificial y el análisis de datos está generando una
creciente demanda de perfiles especializados, lo que obliga a una inversión constante en formación.
Por último, la
ciberseguridad se ha convertido en una preocupación creciente, con la necesidad de
proteger datos médicos cada vez más digitalizados y sensibles. Las amenazas informáticas pueden afectar tanto a la privacidad de los pacientes como a la operatividad de los hospitales y centros sanitarios.
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