Las profesiones del ámbito sanitario gozan de uno de los mejores niveles de empleo de España. Pese a ser víctimas de males como la temporalidad u horarios intempestivos, el paro no impacta de la misma manera en los graduados universitarios en Ciencias de la Salud que en el resto de profesiones. Según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, un total
19.072 titulados en Medicina, Psicología, Enfermería, Farmacia, Fisioterapia, Podología, Odontología, Logopedia, Terapia Ocupacional y Veterinaria se apuntaron como demandantes de un puesto laboral en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en 2023. De estos,
el 90 por ciento encontraron una vacante relacionada con sus estudios, cifra que contrasta con Formación Profesional, donde solo lo hace un 40 por ciento. Eso sí, la posibilidad de éxito varía bastante según el diploma con el que cuenten.
En total,
más de 17.000 contratos para ocupaciones sanitarias se registraron en
las plataformas del SEPE el año anterior. Para las mencionadas titulaciones, 16.900, un 5,57 por ciento más que en 2022. No obstante, buena parte de estos son temporales, especialmente en Medicina -solo uno de cada diez acuerdos laborales ofrecidos es indefinido y Enfermería -tres de cada diez son indefinidos-. Precisamente, esta situación es una de las denuncias principales de las organizaciones colegiales y asociaciones representativas de ambas profesiones
Médicos y enfermeras no tienen problema para encontrar trabajo
La titulación en
Medicina es la que cuenta con un mayor grado de inserción laboral. En concreto, el 92 por ciento de los contratos ofrecidos a sus graduados en 2023 estaban relacionados con los estudios médicos. En total, 1.948 vacantes para los 1.661 demandantes de empleo anotados el año anterior. La cifra de acuerdos firmados supera a la de parados por la temporalidad de los primeros, lo que provoca que alguno de los profesionales figurase en varios.
Lo mismo sucede en las
especilidades tratadas por el departamento encabezado por Yolanda Díaz. Medicina Preventiva y de Salud Pública, Interna, Nuclear, Trabajo y Familiar y Comunitaria cuentan con una probabilidad por encima del 80 por ciento de colocar a sus egresados. La cifra es del
100 por 100 en el caso de Medicina Intensiva y Física y Rehabilitación. Medicina de la Educación Física y del Deporte dio también a todos sus miembros en el paro un contrato, aunque casi el 70 por ciento fueron destinados a puestos de médico de Familia.
Al igual que la disciplina facultativa,
Enfermería también generó más contratos -5.479- que solicitantes -3.982-. Asimismo, casi nueve de cada diez fueron para el ingreso como enfermera en algún hospital, centro de salud o residencia. Eso sí, la mayoría eran para personal que no había realizado el EIR -un 66 por ciento-. Por ramas, el 72 por ciento de las profesionales de Pediátrica en paro recibió empleo como no especialista, lo mismo que Geriátrica -71 por ciento-, y Familiar y Comunitaria -75 por ciento-. Trabajo presentó un volumen más reducido, un 51 por ciento. Algo mejor fue para aquellas con la titulación de Obstétrico-Ginecológica, al representar los acuerdos laborales para matrona el 36 por ciento del total. También mejoran algo las ratios para Salud Mental, con un 45 por ciento de posibilidades de ingresar en un puesto con especialidad.
Farmacia y Fisioterapia mantienen buenas ratios
Como sucede en Medicina y Enfermería, los graduados en
Farmacia y
Fisioterapia no suelen hallar complicaciones para conseguir un empleo que coincida con su formación. En concreto, los 1.485 farmacéuticos apuntados en el SEPE en 2023 tuvieron a su disposición 1.535 contratos para trabajar en su área. Ocho de cada diez acuerdos laborales para estos solicitantes estaban relacionados con su titulación. Una proporción similar a la de los fisioterapeutas, cuyos 2.372 parados pudieron elegir entre 2.946 ofertas de su campo.
La posibilidad de conseguir un trabajo relacionado con su grado cae en
Odontología. Pese a que el número de contratos sigue por encima de la demanda -185 sobre 175-, tan solo seis de cada diez corresponden con la profesión de dentista. La equivalencia es parecida en
Terapia Ocupacional, última rama sanitaria con más contratación que solicitantes -1.168 sobre 1.148-. En el caso de
Veterinaria, el 60 por ciento de los puestos firmados fueron para trabajar en clínicas con animales, pero los parados superaron a las ocupaciones relacionadas con el grado, al ser 748 demandantes sobre 583 contratos. Lo mismo ocurrió con
Logopedia, con 571 parados para 480 acuerdos laborales de su disciplina, el 58 por ciento del total.
Psicología y Podología se hunden
La peor parte se la llevan los graduados en Psicología y
Podología. Los especialistas en el tratamiento de los pies cuentan con solo dos de cada diez contratos ofrecidos para una vacante en sintonía con sus estudios. Tampoco favoreció que el número de demandantes de empleo duplicase al total de ofertas para trabajar como podólogo: 61 por 157 personas registradas en el SEPE.
La situación empeora en
Psicología, donde los egresados sin empleo sobrepasaron los 6.000 individuos. Estos tuvieron que aceptar empleos de diversa índole, ya que tan solo 2.515 concordaban con su profesión. Respecto al total de contratos firmados, solo dos de cada diez psicólogos pudieron conseguir un puesto para ejercer. Un escenario que sorprende, dada la necesidad de este perfil por el aumento de la incidencia de las patologías de salud mental.
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