La
calidad del empleo sanitario está en peores condiciones que antes de la crisis. Así lo ha revelado el último informe público de la
Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) sobre el
observatorio de la sanidad española que asegura que la
temporalidad ha aumentado en cinco puntos porcentuales respecto a valores de 2007.
El documento, en el que el organismo cruza datos del I
nstituto Nacional de Estadística (INE), encuestas poblacionales e informes de corporaciones europeas, discierne que
la temporalidad ha crecido “considerablemente” en el sector “y por ende ha caído fuertemente la fracción de empleo indefinido”. Según los datos, en la actualidad
el empleo temporal supone el 38 por ciento del total. Un dato cinco puntos porcentuales por encima a los de la pre-crisis, que eran de un 32 por ciento.
Pero, pese a la mala valoración en lo que se refiere al concepto de calidad del empleo, Fedea sí reconoce que España está creando trabajo en el sector salud.
La contratación a tiempo parcial ha seguido un ritmo creciente, aumentando 5 puntos porcentuales en el conjunto del periodo, al igual que
el grado de feminización en el sector, que ha aumentado un punto porcentual, ambos superando claramente los valores registrados en 2007.
Por otro lado, Fedea hace una apreciación positiva del
volumen de empleo del sector sanitario “que comienza una cierta recuperación (tendencia creciente) después del periodo de recortes (año 2013), alcanzando en la actualidad valores superiores a los anteriores a la crisis”.
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Variación interanual del número de ocupados y número de ocupados en el sector de la sanidad.
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La
fracción de empleo asalariado en el sector se mantiene relativamente estable al 7 por ciento con una ligera tendencia a la baja, aunque siguen siendo valores sensiblemente superiores a los registrados en 2007 (5,2 por ciento).
Respecto a la base de cotización mensual y el diferencial entre los salarios en el sector sanitario y los salarios en general,
Fedea diagnostica “signos de estancamiento” en el marco de una leve tendencia positiva a partir de 2016. Por otra parte,
los salarios relativos, siguen siendo inferiores a los pre-crisis pero mantienen un comportamiento bastante estable e, incluso, ligeramente positivo en los últimos tres años.
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