La ministra de Trabajo,
Yolanda Díaz, ha activado la maquinaria para sellar una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (
SMI). El aumento recomendado por los expertos del departamento oscila entre el 3,4 y el 4,4 por ciento, lo cual supondría, como máximo, un incremento de 50 euros sobre los 1.134 euros mensuales del actual salario mínimo. La nueva cantidad, de alcanzarse un acuerdo con la patronal y los sindicatos, quedaría establecida en 1.184 euros al mes, que, multiplicada por 14 pagas, se traduce en 16.576 euros al año. Según las fuentes consultadas por
Redacción Médica, determinar de qué forma afectaría esa circunstancia a los profesionales del ámbito sanitario es una tarea compleja.
En
CCOO indican que el hecho de que no exista un
convenio estatal de la sanidad privada hace que la situación salarial del sector sea incluso más heterogénea que la del ámbito público -con inequidades territoriales fruto de los distintos complementos establecidos según la comunidad autónoma-. “Es un sector muy desregulado, con estructuras salariales muy complejas, y eso dificulta el análisis”, lamenta
Jesús Cabrera, responsable del Área de Negociación Colectiva Privada y Sectores Sociosanitarios del sindicato.
Mientras, a nivel general, el ámbito laboral privado alcanza un nivel de regularización mediante
convenios colectivos del 93 por ciento, en el caso de la sanidad ese porcentaje es del 80 por ciento, de acuerdo a los datos que maneja CCOO. “Por eso nos encontramos con provincias, como Córdoba, en las que un TCAE puede llegar a cobrar 200 euros más que un
psicólogo, y otras en las que hay médicos percibiendo el SMI”, afirma Cabrera.
En cualquier caso, el responsable sindical reconoce que son los profesionales de categorías sin formación universitaria, como los
TCAE y los
celadores, los que se verían especialmente beneficiados de una nueva subida del salario mínimo. Sin embargo, no se atreve a dar cifras: “Es muy difícil establecer una media salarial por esa diversidad fruto de la desregularización de las condiciones de empleo”, insiste.
¿Afectan los cambios en el SMI a los MIR?
Al margen de ello, cabe analizar la figura de los residentes de las distintas especialidades de
Ciencias de la Salud. A pesar de su condición de personal laboral y no estatutario, sus retribuciones no se ven afectadas por las subidas del SMI. Lo confirman a este periódico diversas voces autorizadas en la materia. Pero es que, además, lo dice el Real Decreto de 2006 que regula la relación laboral especial de residencia para la formación de especialistas sanitarios. En el artículo siete se explica que el
sueldo base de los MIR,
EIR y el resto de residentes “será equivalente” al del personal estatutario “en función del título universitario exigido para el desempeño de su profesión”.
¿Cabe la posibilidad de que el sueldo de algunos residentes se quedara por debajo del SMI, en caso de que se incremente? En el
Estatuto Marco en vigor aún se distingue entre los antiguos licenciados -como los
médicos- y diplomados -como las
enfermeras- para encajar a los profesionales de la sanidad en distintas categorías. En el grupo A se engloba a todos los titulados universitarios, al que pertenecen los residentes, pero distinguiendo entre el subgrupo A1 para licenciados y el A2 para diplomados.
Las retribuciones básicas de los empleados estatutarios y públicos quedan determinadas en cada ley de Presupuestos Generales del Estado (
PGE), según se establece en el texto refundido de la
Ley del Estatuto Básico del Empleado Público. En el último texto presupuestario aprobado, el de 2023, se fija un sueldo base de 15.459,72 euros para los trabajadores públicos del subgrupo A1 y de 13.367,76 euros para los A2 -divididos en 12 pagas anuales en ambos casos-, aunque sin tener aún en cuenta los pluses retributivos aprobados posteriormente.
Es decir, que, con el actual SMI -sin la subida pretendida por Yolanda Díaz-, los residentes sanitarios ya tienen un sueldo base inferior al salario mínimo. Lo que ocurre es que a esa base hay que añadir el complemento del grado de formación -que aumenta de forma progresiva según se va avanzando de curso- y el de atención continuada, el
plus de residencia que establecen las comunidades autónomas y las guardias, todo ello contemplado en el Real Decreto de 2006.
Partiendo de esas premisas, el director del Observatorio de Enfermería y Cuidados del Colegio de Enfermería de Asturias,
Juan F. Hernández, ve poco probable que un incremento del SMI hasta los 1.184 euros al mes supusiera un ‘sorpasso’ al salario MIR. No descarta que sí pudiera darse ese caso entre las EIR, pero de forma “puntual”, aunque duda de que algún servicio de salud permitiera una situación de esa índole. “En Murcia, un MIR, FIR o PIR de primer año cobra 19.738 euros brutos anuales, y un EIR de primer año, 17.067, más las guardias”, pone como ejemplo el experto.
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