Los egresados de
Química son los que menos posibilidades tienen de obtener una plaza para Formación Sanitaria Especializada (FSE). Este es
el grado que menos vacantes acostumbra a tener en cada convocatoria. Asimismo, las ramas a las que pueden postularse – las multidisciplinares Análisis Clínicos, Bioquímica Clínica, Microbiología y Parasitología y Radiofarmacia- son las que suelen contar con un mayor porcentaje de renuncias. Eso sí, la mayoría residentes que no llegan a finalizar el proceso de instrucción no son los procedentes del QIR, sino los MIR. Unos huecos a los que los químicos querrían acceder.
"La alta tasa de abandono en las especialidades multidisciplinares, especialmente por parte de los médicos, evidencia la necesidad de
una mejor planificación en la distribución y asignación de plazas dentro del sistema de FSE", ha destacado el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos (Cgcoq), Ricardo Díaz, a Redacción Médica. Motivo por el que valoran elevar el número de plazas para sus titulados y establecer medidas que les permitan recuperar las vacantes que han quedado abandonadas.
Así, el representante de Química aboga por
ofrecer las plazas no cubiertas o abandonadas por los facultativos al resto de graduados que pueden optar a ellas. De esta forma, QIR, BIR y FIR tendrían la oportunidad de participar en las últimas rondas de la repesca de puestos no adjudicados a residentes de Medicina, con lo que se aumentaría el número de químicos, biólogos y farmacéuticos que entran a formar parte del Sistema Nacional de Salud (SNS). Un supuesto que requeriría una importante reforma legal de las bases del proceso de adjudicación.
"Se requiere una mejor planificación en la distribución y asignación de plazas FSE"
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A diferencia de
la propuesta del Consejo General de Colegios Oficiales de Biólogos (Cgcob), su homólogo del sector químico propone aprovechar los huecos vacíos de los médicos más que acoplar dichos puestos directamente en su oferta, a partir de su transformación de MIR a QIR, BIR o
FIR. Para Díaz
es fundamental que se mantengan las plazas de los egresados de Medicina en las especialidades de laboratorio. "Convertir las vacantes puede parecer una solución para fomentar la sostenibilidad de las disciplinas, pero no sería ideal reducir aquellas destinadas a facultativos. En su lugar, se deberían de mejorar las condiciones laborales ofrecidas de tal forma que se consiguiera retener a los sanitarios interesados", ha puntualizado el presidente del Cgcoq.
Aumento de las plazas QIR
El organismo colegial del ámbito de la Química considera "insuficiente" la cifra de vacantes ofrecida en la convocatoria de 2025. En concreto,
sus titulados tantean 25 plazas, dos menos que el año anterior. Pese a que Díaz entiende que este volumen depende de la capacidad formativa de los centros acreditados, también considera que es imprescindible
incrementar la oferta, dada "la demanda de profesionales de este sector", que impactan directamente en áreas como el diagnóstico, el control de calidad y la innovación tecnológica en el laboratorio clínico.
Por ello, Díaz defiende "un incremento sostenido de las plazas QIR" con el que garantizar el equilibrio en el SNS, especialmente ante el envejecimiento de la población, el avance en métodos diagnósticos y la necesidad de responder a retos sanitarios como nuevas patologías. "Esto permitiría que las cargas de trabajo estuvieran más repartidas en todos los hospitales y evitar déficits de personal especializado", ha añadido. De esta forma, el Cgcoq
propone aumentar hasta las 50-60 vacantes anuales en las próximas tres convocatorias. Para 2034 esperan haber alcanzado un rango entre 80 y 100 puestos al año, en línea con la proyección de jubilaciones previstas en una década y la ampliación de los servicios de laboratorio.
"Para 2034 esperan haber alcanzado un rango entre 80 y 100 puestos QIR al año"
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Según el presidente del Cgcoq, la misión es que Química pueda gozar de una mejor proporción dentro de las especialidades multidisciplinares. Y es que es la que menos presencia tiene en casi todas ellas: una de 10 plazas en Radiofarmacia, dos de 116 en Microbiología y Parasitología y 11 de 105 en Análisis Clínicos. Solo en Bioquímica Clínica tiene una posición más favorecedora, con 11 de 50 puestos formativos. "En total, QIR solo tienen ofertadas el 8 por ciento de todas las especialidades de laboratorio, mientras que BIR tiene el 20 por ciento, FIR, el 48 por ciento, y MIR, el 24 por ciento. Consideramos que
debería establecerse un 25 por ciento de vacantes en cada vía", ha argumentado Díaz.
Aportación química al SNS
El laboratorio es el campo de trabajo de los químicos en el ámbito de la salud. "Desempeñamos un papel fundamental en el análisis clínico y la investigación", ha revelado el presidente del organismo colegial. Entre sus principales funciones,
el diagnóstico y la monitorización clínica, a través del análisis de parámetros clave en muestras biológicas para determinar la tenencia de una patología, evaluar tratamientos y monitorizar el estado de salud de los pacientes. "Su conocimiento asegura la precisión de los resultados", ha apuntado Díaz.
Además, los químicos se encargan de
la implementación de técnicas innovadoras -biomarcadores, análisis espectrométricos,
Inteligencia Artificial en laboratorios…- o de garantizar la seguridad y calidad de los procesos analíticos. Asimismo, contribuyen a la optimización de los recursos sanitarios -eficacia del uso de reactivos, equipos y procesos- y
la investigación científica -desarrollo de tratamientos y nuevos enfoques terapéuticos-. "Somos una pieza fundamental del SNS", ha sentenciado Díaz.
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