El reto de estudiar el EIR (por segunda vez): "Estoy en fase de negación"

Preparar un examen como el EIR, que no solo entraña gran complejidad, sino que determinará una gran parte del futuro profesional que lo haga, es siempre un camino lleno de piedras. Durante los meses que las enfermeras preparan su acceso a la especialización, pasan un proceso en el que muchas veces está marcado por altibajos emocionales, dificultad para rechazar planes y esa presión de "¿Y si no sale bien?".

"Estudiar para el EIR es una montaña rusa", asegura Rocío, que lleva dos años preparando el examen y se presentará por segunda vez el próximo 20 de enero. "El año pasado saqué plaza, pero no para matrona, que era la especialidad que quería, así que decidí hacerlo de nuevo", explica a Redacción Médica. La enfermera explica que, en general, toda la preparación ha tenido altos y bajos. "Hay días que estás emocionalmente muy bien, haces un montón de test, estudias 20 páginas… y otros días que un solo párrafo te cuesta la vida", narra Rocío que además añade que "esa sensación de montaña rusa se incrementa en Navidad".

Fase de negación navideña

"En esta recta final, yo creo que estoy en fase de negación", ríe la enfermera. Rocío explica que lleva tanto estudiando que le parece increíble tener la prueba a la vuelta de la esquina y que ahora mismo en lo que más trabaja es en el control emocional. "Cuido mucho como me hablo a mí misma, y me apoyo en una rutina que tenga unos objetivos realistas", explica.

Sobre la época navideña y la preparación del examen, Rocío cuenta que las cenas familiares están copadas de preguntas de familiares que reflejan el desconocimiento que hay sobre la especialización enfermera. "Hay preguntas recurrentes como ¿Para qué sirve el EIR? ¿Eso es el MIR de los enfermeros? o si es una manera de conseguir una plaza fija", explica.

En general, la enfermera comenta que la Navidad se hace difícil, "más para ella que le encanta esta época". "Es verdad que hay un día de descanso por semana en mi academia, pero yo necesitaría más", explica. De esta manera explica que las claves en estas fechas son “mantener la mente fría y recordar que el estudio es temporal, saber decir que no a muchas quedadas y también saber decir que sí. "Por descansar o salir un día no afecta a todos los meses de estudio que llevas a las espaldas", recuerda.

"Las claves para preparar el EIR en Navidad son tener la mente fría y aprender a decir que no"

Rocío preparo su primer EIR mientras trabajaba, y en esta segunda vuelta se dedica de manera exclusiva al estudio. "En ambas situaciones hay presiones distintas", explica. Ejemplifica que, en el primer caso, siempre se tiene encima la losa de la falta de tiempo. En el caso de la dedicación única, se añade esa presión de "tener todo el tiempo del mundo" y pensar que al final puede salir mal el examen. "Yo lo he llevado mejor este segundo año, porque no trabajo bien bajo presión, pero creo que cada persona puede encajar mejor o peor con cada opción", asegura.

Mayor capacidad de estudio 

¿Y que se lleva de estos dos años de estudio, más allá de los conocimientos? La enfermera destaca dos cosas: sus compañeros de preparación del EIR y la capacidad de estudiar "en cualquier sitio". "La gente que conoces mientras estás preparando el EIR son un gran apoyo y es un lado muy bonito. Es algo que te aporta mucho”, asegura la enfermera. Por otro lado, cuenta que su pareja vive en Madrid y ella en Sevilla, por lo que viaja constantemente, y con ella los apuntes. “He estudiado en el tren, en bibliotecas de Madrid, de Sevilla, de Huelva… yo antes solo podía estudiar en mi casa y ahora he aprendido a adaptarme a cualquier lugar", cuenta.

Llega así Rocío a su 'montaña rusa particular', con nervios pero con la mente clara en lo que lleva ya trabajando dos años: poder ser matrona y especializarse como enfermera.