Solo tres décimas en la nota de la EBAU impidieron a
Isabel Juan-Senabre entrar en Medicina. En ese momento sintió una frustración difícil de describir, pero cuando un camino se cierra, otra oportunidad se abre, y
encontró en Enfermería una salida que le podría llevar a formarse como médica en el futuro. Aunque durante los dos primeros años estuvo “super triste”, con el comienzo de las prácticas en tercero todo cambió, y se dio cuenta de que
la profesión le gustaba “mucho más” de lo que se imaginaba.
De hecho, se enamoró de la especialidad de
Enfermería Obstétrico-Ginecológica y, tras su graduación, decidió
prepararse el EIR para formarse en esta rama. Pero, de nuevo, otro obstáculo en su camino se lo impidió, y es que tuvo la mala suerte de tener un
grave accidente de coche que le impidió presentarse a la prueba. Aún así, lejos de darse por vencida,
investigó otras opciones y acabó tomando la decisión de formarse como
matrona en Budapest.
Hacer Enfermería para entrar a Medicina
Cuando Juan-Senabre no consiguió la nota suficiente para entrar en Medicina, pudo haber optado por una
universidad privada, pero ella tenía claro que quería estudiar en una pública. “
Son carísimas y yo tengo cinco hermanos. Además, por lo que me comentaron la formación es mucho más completa”, ha afirmado a
Redacción Médica.
Sin esta opción, la idea de esta enfermera era
entrar a Medicina tras hacer Enfermería. Ella sabía que se podía hacer, de hecho, conocía a otros compañeros que lo habían conseguido, pero precisamente ese año no fue tan fácil. “
No tuve esa oportunidad, y tampoco repetí la selectividad porque, en su momento, me salió muy bien y veía complicado mejorar la puntuación”, ha trasladado .
De hecho, ahora que han pasado años y puede reflexionar sobre aquella época, Juan-Senabre cree que otro motivo de peso por el que no se presentó a la
EBAU es porque
no estaba al 100 por ciento segura de que quería luchar por Medicina. “Lo que tenía claro era que estaba en Enfermería,
estaba a disgusto y me sentía fracasada al no haber conseguido mi objetivo. Aunque logré animarme pensado que, tras acabar la carrera, me formaría como médica”, ha subrayado.
Vocación en Enfermería
Pero en tercero de Enfermería, esos
pensamientos negativos cesaron tras empezar las prácticas y darse cuenta de que el Grado le gustaba más de lo que creía. “
La vocación realmente aparece cuando ves lo que vas a hacer el resto de tu vida (…) Encontré lo que me llenaba. Sentía que estaba al servicio de los demás y que, con mi trabajo,
estaba ayudando a la gente a pasar por un proceso difícil y de tanto sufrimiento. Quería formar parte de todo ese proceso y hacérselo más fácil al paciente con mi presencia, conocimientos y como persona”, ha detallado.
Así, tras pasar como estudiante de prácticas por diferentes áreas, terminó la carrera sabiendo que quería dedicarse a la Enfermería, pero no a qué especialidad. “
El quirófano me había gustado y tuve la oportunidad de trabajar allí tras acabar el Grado. Me agradó la experiencia, pero no sentía pasión por ella. Entonces pensé en
hacer la especialidad de matrona, porque había estado rotando en una planta de maternidad durante la universidad y me gustó”, ha afirmado.
Prepararse el EIR para ser matrona
Para alcanzar su objetivo tenía que presentarse al EIR. Se estuvo preparando exhaustivamente hasta que, en noviembre de 2022, tuvo un
terrible accidente con el coche que le obligó a estar dos meses de baja. “Decidí no presentarme.
No estaba preparada ni física ni mentalmente”, ha admitido.
Pero eso no la frenó y cuando se recuperó miró otras opciones, principalmente fuera de España. De esta forma, tras “mucho meditarlo” probó a especializarse fuera de su país, y lo que más se acercaba a lo que buscaba a nivel formativo, de prácticas y estudios era
Budapest. “Lo que me hizo tomar la decisión fue el apoyo que mi familia y mi pareja me brindaron”, se ha sincerado.
Ser matrona en Budapest para ejercer en España
Ahora mismo está a unos meses, en junio concretamente, de terminar la formación y está encantada con ella. “Cuando empecé a ir a las primeras clases y prácticas en el hospital juro que
sentía pasión; y sigo sintiéndola después de tanto tiempo”, ha narrado.
En cuanto termine y se convierta en matrona, su siguiente paso es volver a España para poder ejercer aquí. “Tardar alrededor de dos meses en la convalidación de el título”, ha añadido. Ahora que ve tan cerca su meta y que lo ha logrado ha querido recomendar a todas las enfermeras que estén pasando por una situación similar que
no se rindan y luchen por sus sueños. “Mi lema es que nunca te quedes parado. Inténtalo”, ha concluido.
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