El
'burnout' es un problema cada vez más extendido por el ámbito de la Enfermería. Las sanitarias se enfrentan a un importante grado de agotamiento emocional y físico, debido a la precariedad laboral. Y es que las profesionales de este sector encadenan contratos temporales de manera habitual, especialmente durante sus primeros años, lo que les obliga a compaginar dos o tres empleos de jornada parcial al mismo tiempo, con la misión de alcanzar las horas de una completa. Esta situación deriva en una percepción negativa de su trabajo, que afecta a su bienestar personal y a la calidad de los cuidados que ofrecen a los pacientes.
La enfermera Laura Hernanz padeció este
'burnout' y estuvo cerca de dejar la profesión. Sin embargo, encontró la motivación a través de la preparación del examen para acceder a la formación de
Enfermera Interna Residente. "Preparar el EIR me salvó de abandonar mi profesión vocacional y reenamorarme de la Enfermería", ha relatado, según un comunicado de la academia
AMIR.
Estabilidad durante dos años
La sanitaria ha destacado que convertirse en especialista -en su caso, matrona- le permitió
contar con un contrato estable durante dos años -tiempo que dura la residencia- sin necesidad de recurrir a otros empleos. Asimismo, la formación facilita el acceso a puesto de trabajo mejor remunerados y más estables. "Trabajar en el área de la especialidad nos permite desarrollar una carrera en el ámbito que más nos apasiona, lo que repercute positivamente en nuestra motivación y compromiso", ha señalado Hernanz.
En concreto, como ya adelantó
Redacción Médica, la
oferta de Formación Sanitaria Especializada (FSE) de 2025 cifrará en
2.171 el número de
plazas EIR, un tres por cierto más que en la anterior convocatoria. De las siete disciplinas enfermeras, la de Enfermería Familiar y Comunitaria es la que más crece al aumentar en 28 el número de puestos ofrecidos, hasta alcanzar las 919. Por el contrario, la que más disminuye es Obstétrica-Ginecológica -matrona-, que cae a las 451 tras perder 18 contratos para futuros residentes.
Futuro de la profesión enfermera
"Las especialidades
son el futuro de nuestra profesión y un salvavidas viable y prometedor para todas aquellas enfermeras que buscamos estabilidad, satisfacción profesional y, sobre todo, una mejora en nuestra calidad de vida”, ha destacado Hernanz, quien también da clases de preparación del examen EIR. Actualmente, las especialidades enfermeras son: Enfermería Obstétrico-Ginecológica, Enfermería de Salud Mental, Enfermería del Trabajo, Enfermería Geriátrica, Enfermería Familiar y Comunitaria y Enfermería Pediátrica.
La trabajadora del ámbito de la salud comparte su opinión con el
Consejo General de Enfermería (CGE), organismo que recalca la importancia de la formación específica en la profesión, aunque también demanda una reforma de las disciplinas -incluida la aparición de nuevas- y
un desarrollo equitativo de todas ellas en cada una de las comunidades autónomas.
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