El
Covid-19 no solo ha agudizado el déficit de plantillas de enfermeras, sino también la precariedad de muchos de los puestos de trabajo. Por ello,
Thais García Sevilla, responsable académica de
CTO Enfermería, defiende la especialización como palanca para
“contrarrestar esa inestabilidad” y “asegurar unas mejores condiciones laborales para toda la vida”.
García Sevilla, que sostiene que este es un
“momento óptimo” para emprender la
preparación EIR, asegura que la especialización ofrece diferentes beneficios a los y las profesionales. “Además de diferenciarte frente al resto de compañeras, tienes muchas más posibilidades de acabar trabajando en el área de la Enfermería que más te atrae”, explica, subrayando que el EIR también aporta méritos,
“puntos necesarios para conseguir posteriormente una plaza fija”.
Por otro lado, la responsable académica incide en que la residencia es una seguro de
“unos años de formación práctica, remunerada y con un plan docente ordenado”. “No se trata de llegar el primer día y ponerse a atender pacientes. Este período de formación remunerado te va a generar mucha más confianza y seguridad”, continúa, insistiendo en que, en esos dos años de formación, se tienen derechos "reales" de trabajador: “Dentro de la situación precaria actual que tenemos las enfermeras, es una ventaja”.
Asimismo, destaca que la preparación EIR es el momento de
mayor aprendizaje teórico enfermero. “Se aprende muchísimo; es un complemento perfecto para la carrera. Me atrevería a decir que es el momento en el que más conocimientos enfermeros teóricos se tienen de la carrera profesional”, añade.
Sacar plaza EIR es "más fácil que nunca"
La tendencia de los últimos años, con un incremento en la oferta de plazas y una reducción en el número de candidatos, avala que este es el momento idóneo para adentrarse en la preparación y lograr plaza.
En concreto, en los últimos tres años, la oferta de plazas EIR ha aumentado notablemente, pasando de las 1.092 en 2019 frente a las 1.822 de la actual convocatoria, lo que se traduce en un
incremento del 67 por ciento. Además, paralelamente el número de aspirantes se ha reducido, por lo que las posibilidades de lograr una vacante se dispara. En concreto, el listado se ha reducido en un 39 por ciento en los tres últimos años, pasando de las 12.936 presentadas al ejercicio enfermero en 2019 a las 7.828 en 2022.
“Creo que
el futuro de la Enfermería es la especialización, por nuestro bien y por el de nuestros pacientes. Por ello, creo que cada vez más personas somos conscientes y queremos especializarnos y teniendo en cuenta que cada vez el número de plazas es mayor, es muy buen momento para hacerlo”, concluye García Sevilla en
Redacción Médica.
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