Mujeres que han padecido
acné pueden retrasar el
envejecimiento de la piel respecto a aquellas que no lo sufrieron, según un estudio publicado en
Journal of Investigative Dermatology.
Esto se debe a que tienen mayor probabilidad de que los
telómeros (nucleótidos en los extremos de los cromosomas que los protegen del deterioro durante el proceso de replicación) en sus glóbulos blancos son más largos. De esta forma pueden estar más protegidas frente a los efectos de la edad.
El estudio, llevado cabo por científicos del
King’s College de Londres y la
Escuela de Medicina de Nueva Jersey, analizó a 1.205 mujeres gemelas (algo habitual en los estudios genéticos), de las que un cuarto había sufrido acné en el pasado.
También descubrieron que una de las
vías genéticas que regulan la muerte celular, la p53, se expresaba en menor grado en aquellas mujeres con acné.
Los dermatólogos ya habían sospechado que las pieles con acné (más grasas) envejecen más lentamente. Este estudio refuerza la posibilidad de que ambos factores estén ligados.
“Nuestros descubrimientos sugieren que la causa [del envejecimiento] puede estar ligada a la longitud de los telómeros que parecen ser diferentes en pacientes de acné y quiere decir que sus células pueden estar protegidas contra el envejecimiento”, ha señalado
Simone Ribero, líder del equipo de investigación.
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