La pérdida de peso tiene un impacto positivo significativo y prolongado en los síntomas de la psoriasis y la calidad de vida, según un estudio del Hospital de Herlev y Gentofte, en colaboración con el Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deportes de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
Los resultados, que han sido publicados en The American Journal of Clinical Nutrition, confirman que hay una conexión entre el sobrepeso y la psoriasis y, fundamentalmente, que el sobrepeso hace que la enfermedad empeore.
“Al menos, 150.000 daneses sufren de diversos grados de psoriasis”, explica el director del estudio, Lone Skov, quien señala que se sabe que “la psoriasis y la obesidad están relacionados con una mayor incidencia de enfermedades coronarias, hipertensión, colesterol y diabetes”.
“Si pudiéramos lograr que los pacientes obesos con psoriasis perdieran peso, podríamos potencialmente producir efectos positivos en su salud y en su calidad de vida”, explica Skov, quien ha dirigido el estudio con Arne Astrup, del Departamento de Nutrición, Ejercicio y Deportes de la Universidad de Copenhague.
Los efectos de la pérdida de peso se mantienen en el tiempo
La investigación se realizó sobre una muestra de sesenta personas obesas y con psoriasis. Todos perdieron una media de quince kilos en un período de dieciséis semanas, y en ellos se observó una mejora en su calidad de vida y la reducción de la severidad de la psoriasis. Tras un año de seguimiento los sujetos mantenían su peso, de media, diez kilos por debajo del peso de partida, y seguían observándose mejoras en sus síntomas de la psoriasis y su calidad de vida.
“Los resultados ponen de relieve la importancia de centrarse en la pérdida de peso como un elemento dentro de un enfoque de amplio espectro para el tratamiento eficaz de la psoriasis en los pacientes con sobrepeso. Una consecuencia de la pérdida de peso podría ser una reducción de las complicaciones asociadas con la obesidad. Esto da como resultado un efecto significativo en el bienestar general de los pacientes”, señala Astrup.
“Cuando volvimos a visitar los sujetos de prueba un año después, solo habían recuperado cinco kilos. Por lo tanto, permanecieron diez kilos por debajo de su peso de partida. Esto fue impresionante en sí mismo, pero era aún más positivo que habían mantenido los efectos de su pérdida de peso inicial en cuanto a la disminución de la severidad de la psoriasis y la calidad de vida”, añade Peter Jensen, residente en el Hospital de la Universidad de Copenhague.
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