La psoriasis es una enfermedad multifactorial crónica, no contagiosa, dolorosa, desfigurante e incapacitante para la que no existe cura y que tiene una gran repercusión en la calidad de vida de los pacientes. Individuos genéticamente predispuestos, tras ser expuestos a diversos factores desencadenantes, desarrollan ciertas alteraciones en las vías inmunológicas que conducen a la psoriasis.
Más allá de sus manifestaciones físicas, la psoriasis puede acarrear una grave carga para la salud psicológica y la vida social de los pacientes. Distintas investigaciones concluyen que los pacientes afectados de psoriasis además tienen un riesgo de disfunción sexual notablemente superior al de la población general alcanzando prevalencias de 80 por ciento en algunos grupos.
Los dermatólogos implicados en el diagnóstico y tratamiento de la psoriasis consideran que el abordaje de la esfera sexoafectiva también debería formar parte del plan de manejo de los y las pacientes con psoriasis.
Por ello, el próximo viernes 20 y sábado 21 de enero se celebra el 8º Congreso de Psoriasis que organiza el Grupo de Trabajo de Psoriasis de la Academia Española de Dermatología y Venereología en el que se tratarán este y otros aspectos que rodean la enfermedad. A lo largo de dos días, en torno a 600 dermatólogos estarán reunidos en Madrid para presentar estudios y debatir los avances en esta enfermedad dermatológica centrados, especialmente, en datos sobre las nuevas terapias, individualización, actualización en relación con las recomendaciones de manejo de los pacientes, innovación, teledermatología, escuela de pacientes; y enfermería en psoriasis, entre otros temas.
“Queremos que este congreso sea un foro de abierto de colaboración, reflexión y discusión con espíritu crítico con el objetivo de proporcionar a nuestros pacientes una mejor atención y calidad de vida”, ha señalado José Manuel Carrascosa, coordinador del Grupo de Psoriasis de la AEDV (GPS) y dermatólogo integrante del comité científico y organizador de este congreso.
En este contexto, en el que tendrán lugar 55 ponencias y 157 comunicaciones, la ginecóloga y sexóloga Raquel Tulleuda, también ofrecerá una comunicación destinada a compartir con los dermatólogos esta problemática. “No podemos continuar ignorando ni la importancia de la sexualidad en la calidad de vida ni el impacto de las enfermedades crónicas en la sexualidad. Con esta ponencia pretendemos concienciar a los profesionales sobre la existencia de esta necesidad frecuentemente silenciada y dotarles de unas habilidades mínimas para su abordaje”, ha manifestado.
Psoriasis y Salud Sexual
La Salud Sexual es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad que requiere, entre otros elementos, de la posibilidad de tener experiencias sexuales gratificantes. No obstante, aunque este concepto está reconocido e integrado en nuestro ordenamiento jurídico, según ha explicado Tulleuda, “la sanidad desempeña un papel totalmente insuficiente en este ámbito y los médicos y sanitarios en general no recibimos formación adecuada para velar por la salud sexual de nuestros pacientes”.
Se estima que en todo el mundo hay 125 millones de personas con psoriasis, de los que en torno a un millón están en nuestro país.
En el ámbito afectivo-sexual, el paciente psoriásico con frecuencia se siente estigmatizado por la enfermedad. Tal y como ha indicado Gregorio Carretero, dermatólogo de la AEDV experto en la materia, “según ciertos parámetros (gravedad de la psoriasis, edad, sexo, nivel educativo, potenciales efectos adversos de alguna medicación indicada para su enfermedad, etc) el paciente psoriásico puede proyectar ese sentimiento negativo hacia sus sentimientos o percepción de sí mismo afectando a su autoestima y autoconfianza, lo que a su vez conllevará a la alteración en su esfera sexual, disminuyéndola o incluso anulándola por completo”.
Además, las personas con psoriasis tienen más riesgo de presentar otras comorbilidades asociadas, como pueden ser el sobrepeso, el hígado graso, la enfermedad cardiovascular, o la depresión, también relacionadas con disfunción sexual o disfunción eréctil.
Retos del abordaje de la sexualidad en pacientes con psoriasis
Dentro de los retos del abordaje para que no se vea afectada la sexualidad de los pacientes con psoriasis, este dermatólogo ha asegurado que conseguir que los pacientes psoriásicos permanezcan sin lesiones “es un objetivo alcanzable en un alto porcentaje de enfermos” porque “actualmente existen fármacos muy eficaces para el tratamiento de la psoriasis moderada-grave".
En esta línea, Raquel Rivera, otra de las dermatólogas de la AEDV que abordará esta temática en el 8º Congreso de Psoriasis, ha incidido en que “el verdadero reto de los dermatólogos está en aquellos casos de pacientes que no llegan a alcanzar el aclaramiento completo de las lesiones".
En esos casos, como ha concluido Rivera, es importante descartar afectación de zonas sensibles como la zona genital, mantener una comunicación fluida con el paciente, detectar comorbilidades que precisen abordaje específico para remitirles a los especialistas correspondientes y recomendarles estilos de vida saludables que ayuden a controlar enfermedades crónicas.
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