La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) ha avalado el I Taller de DermaCoaching, un área que considera fundamental para que el paciente se sienta emocionalmente positivo en consulta, más allá del tema de salud que le ha llevado al especialista. Se trata de una acción formativa con un enfoque multidisciplinar e interactivo, pionero dentro de la Dermatología española, que intenta que los especialistas utilicen técnicas de coaching con sus pacientes para un mejor abordaje de la patología, además de la utilización de las redes sociales para que estén informados y puedan consultar datos sobre su problema de salud cuando precisen.
Según asegura Jesús Domínguez Silva, director del curso y miembro de la AEDV, “los tres pilares de la competencia clínica son la formación científica, la comunicación eficaz con el paciente y saber resolver problemas. No basta con ser un buen dermatólogo. Hay que ir más allá y adquirir más competencias”. Es decir, no solo hay que solucionar el motivo por lo que el paciente ha decidido ir al especialista. “El paciente ha cambiado mucho. Es diferente al de hace 40 años. Hoy, además de que le curen, necesita algo más. Quiere sentirse bien y si lo consigues volverá a ti”, advierte.
Además, el especialista comenta que ha aumentado el interés por la Dermatología y, en concreto, por su rama estética: “La gente acude más por temas capilares, arrugas… Las patologías han cambiado”. En este sentido, se trata de un curso práctico que enseña a los dermatólogos distintas herramientas para comunicar de forma eficiente y que sus pacientes tengan un estado emocional positivo.
De este modo, se consigue fidelizar al paciente, ya que cuando una persona va al médico no solo importa su problema de salud, sino también “la comunicación no verbal y el tono de voz. Todo influye y es imprescindible en una consulta médica”. Así, el taller facilita a los dermatólogos medios de comunicación para conseguir que los pacientes se sientan bien y sean optimistas. “Muchas consultas que se realizan al dermatólogo se resuelven con una buena comunicación paciente-especialista, ofreciendo al enfermo unos consejos para cambiar de hábitos y pensamientos que pueden estar en el origen del problema dermatológico por el que el paciente pregunta. Ahí es donde entra en juego el coach, figura que se solicita cada vez más en consulta”, indica Domínguez Silva.
Según Diana Domínguez, otra de las especialistas que imparte el taller, “la seguridad profesional también es necesaria. Hay que tener en cuenta que no por haber trabajado más tiempo se tiene de manera innata más seguridad profesional, ya que, según cómo gestiones lo que te va ocurriendo, el resultado puede ser positivo o negativo”.
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