Los dermatólogos recomiendan no utilizar el mismo protector solar de un año a otro porque una vez abierto pierde su eficacia protectora para la salud. “Los productos solares no requieren condiciones especiales de conservación, pero una vez abiertos deben usarse en esa misma temporada”, asegura el experto José Carlos Moreno, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Aunque lo más recomendable es aplicar el protector solar durante todo el año, son los meses de calor cuando más uso se hace de ellos. Además, siempre hay que tener en cuenta tanto la fecha de caducidad como el PAO, por sus siglas en inglés que hacen referencia al ‘periodo después de abierto’.
El dermatólogo explica que la fecha de caducidad es el tiempo máximo en que puede emplearse con eficacia un producto determinado, se abra o no, y el PAO es el periodo en el que el producto pierde utilidad desde el momento en que se abre. “Pasado este tiempo no es que el producto sea dañino, sino que pierde eficacia y puede producir un daño en la piel derivado de una protección solar inadecuada”, insiste y añade que la solución no es utilizarlo con más frecuencia, sino tirarlo.
Moreno destaca también que son múltiples los productos que forman parte de un fotoprotector pero hay que tener especial cuidado cuando en el envase se observa oxidación como un cambio de color, de olor o de consistencia.
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