Científicos de la Universidad de Birmingham han descubierto una
proteína que puede ser clave para desarrollar nuevas terapias genéticas para problemas de la piel como la psoriasis, que afecta a unas 100 millones de personas en todo el mundo.
La proteína es un fragmento de una molécula más grande, llamada
JARID2, de la que anteriormente se creía que sólo estaba presente en un embrión en desarrollo, donde coordina la formación de tejidos y órganos.
La proteína se encarga de garantizar que los tejidos mantengan el estado habitual de diferenciación
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Los investigadores han encontrado una forma acortada de JARID2, a la que han llamado Delta N-JARID2, en células adultas de la piel y han demostrado que es responsable de asegurar que estas células de la piel se diferencien o se conviertan en un tipo de célula más especializado. Delta N-JARID2
se responsabiliza de garantizar que los tejidos mantengan el estado habitual de diferenciación, que es necesario para formar las capas de la piel correctamente.
Aditi Kanhere, de la Facultad de Biociencias de la universidad encargada del estudio, explica: "En algunas enfermedades, las células pierden su habilidad de diferenciarse y se reproducen más rápidamente.
Ser capaces de redirigir las células a su ciclo vital usual alivia los procesos que se encuentran detrás de la enfermedad".
Es el caso de la psoriasis, causada por una rápida reproducción de las células de la piel. Este exceso de células es empujado a la superficie de la piel con demasiada rapidez, lo que da como resultado una acumulación de células que no están completamente maduras en su superficie. Esto, en última instancia, causa manchas rojas escamosas cubiertas de escamas plateadas.
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