Las
infecciones de transmisión sexual (ITS) no dejan de aumentar su prevalencia en España. Los expertos lo achacan, en gran parte, a la
pérdida del miedo de su transmisión. También a la falta de campañas divulgativas, como las que había sobre el VIH en los años 80 y 90.
José Manuel de la Torre García, facultativo especialista de Área del
Hospital Universitario Virgen Macarena y del Centro Provincial de Sevilla para Diagnóstico y Tratamiento de ITS, ha abordado este problema con
Redacción Médica, a quien le ha explicado que no solo hay una
falta de concienciación de la población general;
también de los profesionales médicos.
¿En qué porcentaje o número han aumentado las ITS en los últimos años?
Las ITS continúan aumentando de forma exponencial: en los últimos 10 años se ha objetivado un incremento del 18 por ciento de usuarios atendidos en nuestro centro de diagnóstico y tratamiento de ITS provincial de Sevilla.
Pero, sin embargo, ha aumentado un 31 por ciento el número de diagnósticos de
sífilis, el 186 por ciento de las
infecciones gonocócicas, el 72 por ciento de las infecciones por
chlamydias, el 104 por ciento de
herpes genital y el 53 por ciento de diagnósticos de infecciones por el
virus del papiloma humano (VPH). Afortunadamente los diagnósticos de infecciones por VIH han descendido casi un 39 por ciento.
¿Cuáles son las más prevalentes?
La infección con mayor incidencia en nuestro centro es la producida por el
VPH, con una incidencia el último año del 31,9 por ciento, seguida de la infección por Chlamydia trachomatis (incidencia del 13 por ciento)
¿Qué papel tienen los dermatólogos a la hora de detectarlas?
Como hemos comentado, la infección más incidente es la producida por el VPH, el responsable de los condilomas acuminados (verrugas genitales) además de jugar un papel muy importante en la
génesis de la mayor parte de carcinomas de cérvix. En nuestro centro como dermatólogos tratamos las lesiones cutáneas, pero además nos derivan desde Ginecología para tratar lesiones vaginales e incluso tratamos las localizadas en mucosa anal.
"No podemos 'criminalizar' a un paciente por tener una ITS"
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La
sífilis es una patología muy asociada históricamente a la dermatología, de ahí el nombre de la publicación oficial de nuestra Academia Española de Dermatología y Venereología (Actas Dermo-Sifiliográficas). Siempre se ha llamado a la sífilis como la
gran simuladora, por el gran número de manifestaciones cutáneas diferentes que puede llegar a presentar.
En numerosas ocasiones recibimos pacientes de otras especialidades para diagnosticar posible toxicidad cutánea a fármacos, alergias alimentarias… y si se hubieran podido reconocer estas manifestaciones cutáneas previamente y solicitado una serología de sífilis se podría haber diagnosticado y tratado precozmente,
rompiendo la cadena epidemiológica de trasmisión mucho antes.
En otras, recibimos también
pacientes tratados con inmunosupresores por sospecha de enfermedad inflamatoria intestinal, o incluso intervenidos de lesiones sospechosamente tumorales que no lo resultan al estudiarse anatomopatológicamente, siendo finalmente infecciones producidas por una variedad de chlamydia responsable del linfogranuloma venéreo. Con una toma de PCR dirigida ante la sospecha diagnóstica se habrían evitado otras comorbilidades.
Obviamente la Venereología no se base en la toma de muestras exclusivamente para no errar; no todas las lesiones que aparecen en genitales son de naturaleza infecciosa y precisan de un correcto diagnóstico dermatológico. Por ejemplo, hemos diagnosticados
carcinomas de pene o
vulvitis irritativas que venían derivados como sospecha de ITS.
¿Y que relevancia tiene la especialidad a la hora de sensibilizar sobre este problema?
Mucha, pero no solo los dermatólogos sino toda la población sanitaria. Ante el gran
aumento de ITS que estamos viviendo nos sorprende el desconocimiento de estas infecciones por otras especialidades. Es muy importante el
abordaje multidisciplinar como se desprende de lo que he ido comentando. Y, además, una vez hecho el diagnóstico y tratamiento correcto no basta con dar el alta: hay que promover los
hábitos de prevención sin imponer la obligación del cambio de conductas.
"Nunca está de más favorecer la accesibilidad a los preservativos, pero hay que hacer una correcta campaña de educación sexual y sanitaria"
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Y si tenemos delante a un/a usuario/a que ha acudido para realizarse un cribaje de ITS y no le hemos detectado ninguna se recomienda no darle los resultados sin más, sino reforzar positivamente la consecución de estos resultados; a nadie le amarga un “¡enhorabuena!”.
Otro factor importante es la consideración de este tema y cualquier tema relacionado con la sexualidad de nuestros pacientes como un gran
tabú para muchos médicos; debemos tener en cuenta que
no podemos “criminalizar” a una persona por haberse contagiado de una ITS, porque si vuelve a tener algún síntoma similar podemos tener por seguro que no volverá a consultarnos.
¿Qué cree que está fallando?
La
baja percepción de riesgo principalmente. Si hay desconocimiento de las ITS por la población sanitaria no digamos ya entre la población sexualmente activa, principalmente la juvenil. Cada vez vemos
menos campañas en medios de comunicación y resultan además ser poco accesibles, aunque se pretenda una gran difusión de éstas. La más reciente que recuerdo era promovida por una marca de preservativos, que reconozco ha tenido un buen impacto en la población a la hora de alertar acerca de las ITS. Pero si me remonto a una campaña ministerial la última la conocí porque hice una búsqueda a la hora de preparar una ponencia para un congreso.
Tenemos que volver a
reforzar la educación sanitaria a los jóvenes incluso desde las aulas. No obstante, no podemos culpar sólo a la población joven de este aumento de ITS, porque la proporción de aumento de ITS en nuestra área es por ahora más alto en la población adulta. Es muy importante controlar esa baja percepción de riesgo.
¿Creen que sería óptimo poder recetar preservativos que sirvan para prevenirlas, como algunos médicos de Atención Primaria piden?
Nunca está de más
favorecer la accesibilidad a los preservativos para fomentar su uso, claro que sería óptimo y ayudaría. Pero esto sin una correcta campaña de educación sexual y sanitaria que motive a su uso no sería suficiente para frenar el aumento de ITS que estamos viviendo.
Lo primordial es la educación sanitaria. Si la población no conoce al “enemigo”, ni sabe que existe, no va a poner ni usar los medios existentes para contrarrestarlo.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.