El consumo de alcohol, especialmente de vino blanco, está asociado al riesgo de padecer melanoma invasivo, según un estudio liderado por la profesora de Dermatología y Epidemiología de la Universidad Brown (EEUU), Eunyoung Cho.
El trabajo ha sido publicado en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention y ha analizado datos de más de 200.0000 pacientes procedentes de tres grandes estudios prospectivos de cohortes. La media de tiempo de seguimiento fue de algo más de 18 años, en los que se buscó determinar el grado de consumo de alcohol.
Beber vino blanco al día se asoció con un incremento del riesgo de melanoma del 13 por ciento, mientras que otras formas de alcohol por sí solas no afectaron significativamente este riesgo. Se desconoce el porqué, aunque hay estudios que han mostrado que algunos vinos tienen más niveles pre-existentes de acetaldehído, que daña el ADN y previene su reparación.
Aunque el vino tinto puede tener niveles similares de acetaldehído (en que se metaboliza el etanol), la presencia de antioxidantes puede prevenir del efecto negativo.
Mayor riesgo en zonas no expuestas al sol
El estudio liderado por Cho aguarda una sorpresa más: el incremento del riesgo al consumir alcohol fue mayor para las partes del cuerpo que reciben menos exposición solar. Aquellos que consumieron 20 gramos de alcohol o más al día incrementaron un dos por ciento su riesgo de padecer melanoma en cabeza, cuello o extremidades, pero lo hicieron en un 73 por ciento en el tronco.
Los investigadores consideran la homogeneidad del estudio como una de sus principales limitaciones. Se excluyó a la población negra por no tener suficientes pacientes para lograr un resultado estadísticamente significativo, por lo que no se pueden generalizar los resultados a otras razas o grupos étnicos diferentes del caucásico.
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