El
mal uso de cosméticos que contienen
acrilatos, como la
manicura semipermanente o las pestañas postizas, ha favorecido la aparición de casos de dermatitis por contacto en profesionales y usuarios no formados, ha explicado
Tatiana Sanz, miembro del
Grupo de Dermatitis de Contacto y Alergia Cutánea en la Academia Española de Dermatología y Venereología (
AEDV), en el marco del 47 Congreso Nacional de Dermatología y Venereología de la asociación, que tiene lugar en Barcelona entre el 5 y el 8 de junio.
El mayor peligro que tienen
acrilatos es que presentan una
reacción cruzada entre ellos, ya que una
sensibilización a un
alérgeno puede asociarse a otros acrilatos e influir en la calidad de vida del paciente. En este sentido, una
elevada exposición a estas sustancias puede derivar en
dermatitis de contacto a
pegamentos. Un ejemplo de ello es el pegamento de las pestañas postizas, que puede conllevar la aparición de alergias a otros productos sanitarios como los adhesivos médicos o los cementos utilizados en Odontología.
Además, la
dermatitis no siempre aparece en la zona en la que se ha dado el contacto con el acrilato. Eso ocurre porque las sustancias que generan la
reacción se puede trasladar a través del
aire o las
manos. Por ello, Sanz ha explicado que cuando se detecta una
cierta sensibilización se lleva a cabo una investigación para
detectar la fuente e
informar al paciente para que evite el contacto con dicho
alérgeno.
"Esta es la única manera de
prevenir nuevos brotes de
dermatitis por contacto. Además, tenemos que fomentar la
educación y
concienciación para que los ciudadanos tengan todas las herramientas posibles que les permitan prevenir y actuar en caso padecer este tipo de dermatitis", ha señalado la experta.
De este modo, los expertos presentes en el congreso han considerado que debería existir una normativa que obligue a los fabricantes de productos sanitarios a detallar los componentes que contiene para paliar el incremento de la dermatitis alérgica por contacto, causada por los nuevos hábitos estéticos. Así, los dermatólogos piden regular los acrilatos incluidos en productos estéticos y sanitarios por su riesgo de sensibilización.
Nuevos retos para el diagnóstico
Del mismo modo, durante el congreso se han tratado
otros alérgenos como los
antioxidantes galatos, presentes en los pintalabios, pastas de dientes y desodorantes. Otro punto central han sido los textiles por las alergias que pueden producir los tintes y antioxidantes de las gomas.
Asimismo, los dermatólogos han advertido de los
alérgenos relacionados con los acrilatos incluidos en
dispositivos tecnológicos como el
sensor de glucosa para
diabéticos.
Respecto a los tratamientos, los expertos han explicado que se ha creado un
registro a nivel nacional de los casos estudiados por dermatitis de contacto, asegurando que este es el camino para establecer un control epidemiológico de los alérgenos y crear estrategias que disminuyan y controlen el número de casos a través del diagnóstico precoz, información y legislación.
"Queremos mejorar el proceso de diagnóstico. Por eso, estamos trabajando en la
identificación de nuevos marcadores que podamos incluir en nuestra
batería estándar y
detectar así el mayor número de casos sensibilizados a
textiles y
acrilatos cuando realizamos las pruebas epicutáneas", ha concluido.
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