Una revisión de las notificaciones de
efectos secundarios relacionados con un potente fármaco para el
acné revierte la idea de que su uso provocaba
depresión e
ideas suicidas en
adolescentes, una sospecha ampliamente extendida en Estados Unidos, donde la FDA (la agencia estadounidense del medicamento) impuso un programa de
restricciones a su consumo.
La
isotretinoína es un fármaco muy efectivo contra el
acné de moderado a grave. Aunque no se ha demostrado un vínculo causal entre el medicamento y los
efectos adversos psiquiátricos, la aparición en los medios de varios casos que lo asociaban a depresión y tendencias suicidas levantó la alarma.
Depresión, inestabilidad emocional y ansiedad
El estudio, publicado en
JAMA Dermatology y liderado por Sean Singer, estudiante de la Escuela Médica de Harvard, ha evaluado las reacciones adversas reportadas a la FDA,
un total de 17.829 eventos psiquiátricos entre 1997 y 2017, en los que los trastornos depresivos, la inestabilidad emocional y los trastornos de ansiedad fueron los más frecuentes.
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El hallazgo sugiere que "las tasas de suicidios completados entre pacientes que toman isotretinoina pueden no ser tan altas como en la población general"
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Las tasas de suicidios completados para los años 2009 y 2010 (el programa de restricciones se estableció en 2006) fueron de 8,4 y 5,6 por cada 100.000 personas, respectivamente. Para esos mismos años,
la tasa de suicidio en población general fue de 10,2 y 10,5 en las edades entre 15 y 24 años.
Los autores entienden que, a pesar de que
puede haberse producido una infranotificación de eventos adversos a la FDA que contribuya “parcialmente a las bajas tasas que hemos observado en esta población, el hallazgo sugiere que las tasas de suicidios completados entre pacientes que toman isotretinoina pueden no ser tan altas como en la población general”.
Acné e ideas suicidas
Hay que tener en cuenta que las personas con acné tienen un riesgo más alto de ideaciones suicidas,
algo que es bien conocido entre los profesionales, independientemente de que estén tomando el fármaco o no.
A pesar de no haber mostrado vinculación entre el número de suicidios y la terapia con isotretinoina, sí que parece que estos pacientes son vulnerables a otras preocupaciones de orden psiquiátrico, por lo que los investigadores sugieren utilizar el programa de restricciones (para pacientes, prescriptores y dispensadores) para detectar estas condiciones en la población que toman el fármaco.
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