Devolver el sentido del tacto a personas que lo han perdido empieza a ser una realidad más cercana gracias al desarrollo artificial de interneuronas sensoriales a partir de células madre. Los investigadores del Eli y Edythe Broad Center de Medicina Regenerativa e Investigación de Células Madre en la UCLA han logrado, por primera vez, transformar células madre humanas en interneuronas sensoriales, las células encargadas del sentido del tacto.
Las interneuronas sensoriales, presentes en la médula espinal, son responsables de transmitir información de todo el cuerpo al sistema nervioso central, lo que permite el sentido del tacto. La falta de sentido del tacto afecta mucho a las personas que sufren de parálisis. Estas personas no sienten nada al tocar a otra persona y no perciben el dolor, lo que les hace susceptibles a las quemaduras y otros peligros.
Los científicos de la UCLA descubrieron cómo las señales de unas proteínas morfogenéticas óseas, o BMP, influyen en el desarrollo de interneuronas sensoriales en embriones de pollo. Decidieron agregar una proteína morfogenética ósea específica llamada BMP4, así como otra molécula de señalización llamada ácido retinoico, a las células madre embrionarias humanas y obtuvieron una mezcla de dos tipos de interneuronas sensoriales.
Futuro tratamiento
Las interneuronas sensoriales DI1 le dan a las personas propiocepción -una sensación de dónde está su cuerpo en el espacio- y las interneuronas sensoriales DI3 les permiten sentir una sensación de presión.
Los investigadores encontraron que la misma mezcla de interneuronas sensoriales se desarrollaba cuando agregaban las mismas moléculas de señalización a las células madre pluripotentes inducidas, que se producen reprogramando las propias células maduras de un paciente.
La capacidad de crear interneuronas sensoriales con las células reprogramadas de un paciente tiene un potencial significativo para la creación de un tratamiento basado en células que restablezca el sentido del tacto sin inmunosupresión.
"Un camino largo"
El grupo de investigación está actualmente implantando las nuevas interneuronas sensoriales dI1 y dI3 en las médulas espinales de los ratones para comprender si las células se integran en el sistema nervioso y se vuelven completamente funcionales. Este es un paso crítico hacia la definición del potencial clínico de estas células.
"Este es un camino largo", apunta Samantha Butler, profesora asociada de Neurobiología de UCLA y miembro del Centro de Investigación de Células Troncales. "No hemos resuelto cómo restaurar el tacto, pero hemos dado un importante primer paso al desarrollar algunos de estos protocolos para crear interneuronas sensoriales".
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