Al menos tres personas en el mundo están infectadas con cepas de gonorrea totalmente intratables con antibioticos, según alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estos casos se han detectado en Japón, Francia y España. Hay más registrados en todo el mundo, por lo que si no se encuentra un nuevo antibiótico "solo será una cuestión de tiempo" que se multipliquen los casos. Los datos se han extraído de 77 países donde se muestran que la potencia ante los fármacos hace que sea muy difícil tratar la enfermedad.
En palabras de la responsable del departamento de Reproducción Humana de la OMS, Teodora Wi, “las bacterias que causan la gonorrea son particularmente inteligentes, cada vez que usamos una nueva clase de antibióticos para tratar la infección, las bacterias evolucionan para resistirlas”. Además, asegura que “estos casos pueden ser solo la punta del iceberg, ya que los sistemas para diagnosticar y reportar infecciones no tratables carecen en los países de bajos ingresos donde la gonorrea es realmente más común”.
Hasta el momento se ha informado de muchos casos resistentes a los antibióticos más antiguos y baratos. La disminución del uso del condón, el aumento de la urbanización y los viajes, las deficientes tasas de detección de infecciones y el uso inadecuado general de las medicina aumenta el desarrollo de resistencia a los antibióticos en la gonorrea, así como otras enfermedades bacterianas.
ECE, el único eficaz
El Programa Mundial de Vigilancia Antimicrobiana Gonocócica de la organización (OMS GASP) monitorea las tendencias en la gonorrea resistente a los medicamentos. Los datos de 2009 a 2014 ha encontrado una resistencia generalizada a la ciprofloxacina (97 por ciento de los países que informaron datos en ese período encontraron cepas resistentes a los fármacos), un aumento de la resistencia a la azitromicina (81 por ciento) y resistencia al último recurso farmacológico: cefalosporinas de espectro extendido (CSE), cefimasima oral o ceftriaxona inyectable (66 por ciento).
Actualmente, en la mayoría de los países, los ECE son el único antibiótico único que sigue siendo eficaz para tratar la gonorrea. Pero la resistencia a la cefixima -y más raramente a la ceftriaxona- ha sido reportada en más de 50 países. Como resultado, la OMS emitió recomendaciones actualizadas de tratamiento global en 2016 aconsejando a los médicos a dar 2 antibióticos: ceftriaxona y azitromicina. Además, la institución denuncia que, actualmente, la falta de conciencia pública, la falta de capacitación de los trabajadores de la salud y el estigma en torno a las infecciones de transmisión sexual siguen siendo obstáculos para un uso mayor y más eficaz de estas intervenciones.
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