Un estudio llevado a cabo en Noruega ha determinado que la
estacionalidad y el
clima están detrás del
aumento de casos de dermatitis atópica en niños pequeños. Para llegar a esa conclusión, los investigadores han utilizado una
base de datos de medicamentos recetados (
295.286 en total) en todo el país para informar el aumento de la incidencia de dermatitis atópica (AD, por sus siglas en inglés) en niños noruegos desde 2009 hasta 2015. Un incremento que fue especialmente pronunciado en niños
menores de un año.
El estudio incluye información sobre el año y la estación de nacimiento, así como las tasas de incidencia que proporcionan información adicional en comparación con las encuestas transversales repetidas que pueden pasar por alto casos transitorios, pero clínicamente relevantes.
El aumento de la prevalencia de la dermatitis atópica, explican, ha alcanzado
proporciones epidémicas y parece estar aumentando aún más en las poblaciones urbanas. Mohn y su equipo
especulan que el rápido aumento en la tasa de incidencia en los niños puede explicarse por
factores ambientales y de estilo de vida en
individuos genéticamente predispuestos.
Su informe identifica
dos factores ambientales potenciales que podrían afectar el desarrollo de AD: la
estacionalidad y el
clima. La dermatitis atópica se desarrolló más comúnmente en invierno y primavera, y se observó un aumento en la incidencia en un año anormalmente frío en Noruega.
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