Los
tatuajes están de moda y cada vez son más las personas, hombres o mujeres de todas las edades, que optan por plasmar en su cuerpo alguna imagen o frase icónica con la que se identifiquen. Para conocer los riesgos y los factores desencadenantes de las
reacciones inflamatorias o de rechazo que se producen con los tatuajes; Redacción Médica ha hablado con el dermatólogo
Donís Muñoz, que hace un par de semanas estuvo presente en el
45º Congreso Nacional de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) e intervino en una ponencia relacionada con las
alergias a los tatuajes en la que se pudieron debatir los temas de actualidad sobre la materia.
La falta de información sobre los
peligros y las consecuencias que tienen los tatuajes los ha mitificado entre la población. El desconocimiento generalizado lleva a una situación de pánico cuando se produce un rechazo del cuerpo a la tinta o cualquier inflamación. Donís Muñoz quiere frenar este alarmismo social y desmitificar todo lo que rodea, bueno y malo, a los tatuajes.
Consultar foros en Internet puede ser un error, porque solo el profesional médico adecuado, en este caso los dermatólogos, conocen bien estas cuestiones. Donís Muñoz lo tiene claro. "Las reacciones que se asientan sobre los tatuajes son excepcionales. La incidencia es baja comparativamente con los millones de tatuajes que se realizan en el mundo y desde hace miles de años", afirma el especialista
No todos los pigmentos reaccionan igual en la piel. Hay múltiples factores que pueden desencadenar una alergia o reacción de rechazo, pero conocer la tinta que será inyectada en la piel puede servir para evitar futuros disgustos.
"El 80 por ciento de los casos de
reacciones inflamatorias a un tatuaje son por el pigmento rojo o las mezclas que el tatuador realice con este color", asegura el dermatólogo, quien apunta además que las tintas de color negro "no suelen dar este tipo de problemas".
"El 80% de los casos de reacciones inflamatorias a un tatuaje son por el pigmento rojo o las mezclas que el tatuador realice con este color"
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Las tintas negras tienen un riesgo "infinitamente menor" a las de colores. Aunque no quiere decir que no puedan producir algún
tipo de patología en la dermis. "Teóricamente los pigmentos negros provienen de la combustión del carbón que produce los denominados hidrocarburos aromáticos, que tienen componentes cancerígenos. Sin embargo, algunas culturas como la
Polinesia se llevan tatuando el cuerpo con este pigmento desde hace miles de años y no hay un solo caso de problemas al respecto", señala Muñoz.
Algo excepcional
Al parecer, ese potencial cancerígeno que podrían tener los pigmentos negros solo existe en la teoría. Este dermatólogo valenciano indica que "puede ser que los pigmentos actuales nos den un problema en el futuro, pero eso está por ver. A día de hoy, no hay un solo caso que asocie las tintas con cáncer de piel u otro tipo de patologías cancerígenas".
Para evitar males mayores solo hay que ser precavido. Distinguir entre el pigmento negro y los de colores sintéticos. Aunque los dermatólogos españoles se encuentran investigando en materia de innovación para solucionar sus efectos secundarios, para Donís Muñoz el 'quid' de la cuestión está en la
normativa tan restringente que existe en España y en Europa.
"España, es el país con la legislación más restrictiva de Europa y del mundo respecto al uso de pigmentos para tatuar. En Estados Unidos, por ejemplo, se rige por el propio mercado. Y al final, como las medidas son tan restrictivas no se acaban cumpliendo. Sabemos que el 80 por ciento de los tatuadores están utilizando tintas que son legales en Estados Unidos y en Inglaterra pero no están homologadas aquí", sentencia Muñoz.
Reacciones
Que un tatuaje provoque una reacción no siempre tiene que ser algo malo. Algunos de estos rechazos aparecen 10 años después, coincidiendo con que se exponen al sol o de forma espontánea se produce una inflamación. "Si a esas personas les hiciésemos unas pruebas alérgicas con la tinta que el tatuador utilizo en su día, en la gran mayoría de los casos los resultados serían negativos. Porque el paciente no se ha hecho alérgico a la tinta primaria que le inyectaron sino a productos de degración de esa tinta. Ya que con el paso del tiempo y los fluidos corporales el pigmento se transforma en otras cosas", apunta este especialista.
Como justifica Muñoz, las reacciones inflamatorias a un tatuaje no siempre son negativas. A veces indican que no es algo pasajero que se soluciona con una crema. Así, lo correcto es hacer una
biopsia, en todos los casos porque puede ser la primera manifestación de otra patología. "No por un mal efecto de la tinta sino porque por el motivo que sea se produce un rechazo. Y entonces, podemos encontrarnos ante un granuloma sarcoideo, que puede ser indicativo de una sarcoidosis sistémica, una enfermedad inmune muy grave. Con la biopsia nos podemos adelantar antes de que comiencen los síntomas. El tatuaje en este caso es algo positivo, nos ha ayudado en el diagnóstico precoz de la enfermedad", argumenta el dermatólogo valenciano.
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