El juzgado de los social número 10 de Las Palmas ha concedido la incapacidad permanente a una matrona del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) por considerar probados que padece el síndrome de 'burnout' debido a las condiciones de acoso continuado que sufría en su trabajo.
La sentencia señala que “la demandante presenta un Síndrome Ansioso-Depresivo de varios años de duración, con características reactivas a circunstancias laborales del que viene siguiendo tratamiento psicofarmacológico” y por tanto reconoce esta incapacidad permanten.
El texto alude al acoso laboral como causa principal de los síntomas afectivos “derivados del mantenimiento en el tiempo de una vivencia de injusticia en las condiciones laborales en el ejercicio de la profesión de matrona” y señala que estos comportamientos se pueden incluir dentro del conocido como 'mobbing'.
Este desgaste “había ido minando sus mecanismos personales de defensa, con repercusión en áreas añadidas de su vida, fuera de la estrictamente laboral”. Según recoge la sentencia esta situación “acabó en un síndrome de burnout”.
El texto dictamina que la principal vivencia de la matrona es “el agotamiento físico y mental así como sentimientos de frustración por la presencia del estrés laboral referido”. Apunta a que todo ello “hace que muestre una dificultad para poder adaptarse a su trabajo habitual en el paritorio” y que, además, precisa de medicación psicofarmacológica y tratamiento psicoterapéutico.
Por ello, el juzgado condena al INSS a “abonar al demandante de pensión del 55 por ciento de la base reguladora indicada [2.548,53 euros] con efectos económicos de fecha 06/11/14”.
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