Las agresiones al
personal sanitario de los centros de salud y hospitales continúan siendo una realidad que es necesario erradicar. Prueba de ello es la situación que vivió una
pediatra este pasado miércoles en el
centro de salud Carlinda, en la ciudad de
Málaga, quien sufrió gritos,
amenazas y coacciones de la madre de un niño al que estaba atendiendo.
Los hechos ocurrieron después de que la especialista encontrara un hueco en su agenda para poder atender al paciente. Durante la revisión y, concretamente, mientras le
auscultaba, la madre del niño manifestó su desacuerdo con que la especialista
utilizase la linterna del móvil en lugar del foco de la consulta para inspeccionarle.
Tras este primer ‘rifirafe’, la progenitora “obligó” a la médica a que explorara los oídos de su hijo para descartar cualquier enfermedad y, tras la revisión y no ver nada fuera de lo normal, esta procedió a prescribirle una medicación. Un diagnóstico que no fue suficiente para la madre, quien “ordenó” que debía seguir examinándole por otros “posibles”
problemas de salud.
La médica, quien observaba que
el paciente se encontraba bien y no sufría ningún tipo de dolencia, avisó a la madre de que no sería necesario continuar examinándole. Pero, tras escuchar estas palabras, ella reaccionó con gritos, coacciones como “no me provoques que no sé lo que puedo hacer contigo” y otras series de
amenazas y humillaciones en una
actitud muy violenta, según informa el comunicado del
Sindicato Médico Andaluz (SMM).
Una pediatra recibe gritos y humillaciones durante una consulta
Ante estos hechos desde el centro de salud avisaron a la
Policía Nacional y la
pediatra interpuso una denuncia de la que ahora se encuentra esperando la resolución judicial.
Desde el Sindicato Médico Andaluz han querido denunciar la situación vivida por esta especialista y han lamentado los actos violentos que se producen contra los profesionales sanitarios. Además, señalan que se sorprenden del
“incremento” de casos de violencia en la provincia de Málaga, donde ya superan los
30 casos, duplicando las cifras del 2022.
Para concluir, la propia organización ha subrayado que seguirán exigiendo al
Servicio Andaluz de Salud (SAS) más medidas de prevención, contratación de
vigilantes de seguridad para los centros de salud, y campañas de concienciación a la ciudadanía para evitar que vuelvan a suceder casos como el de esta
pediatra.
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