Castellón ha sumado este viernes una víctima por un presunto crimen de violencia machista. Una enfermera, de 54 años, aparecía este viernes muerta en su domicilio, como adelantó el periódico digital Mediterráneo. La mujer, que actualmente realizaba susticiones en el Hospital la Plana de Vila-real, recibió una decena de puñaladas por parte de su pareja, de 52 años, que se ahorcó después. Como ha informado este sábado el Ayuntamiento de Almassora, la asesinada había trabajado también en la residencia municipal de ancianos el pasado verano.
La alcaldesa de Almassora, María Tormo, ha querido expresar su total condena y repulsa por lo sucedido y ha mostrado el dolor y consternación de toda Almassora por el trágico suceso. Tormo ha trasladado, en nombre de toda la corporación, su más sentido afecto a la familia y amigos que lloran su pérdida, como relata el diario digital.
"El Ayuntamiento está a la espera de que la Delegación del Gobierno en la Comunitat confirme si se trata de un crimen de violencia machista para convocar un minuto de silencio y decretar un día de luto oficial dado que, en estos momentos, era una trabajadora de la residencia municipal", indican.
A pesar de que no existían denuncias previsas entre la pareja, sí las había respecto a otra pareja anterior. El presunto asesino machista tenía antecedentes por violencia de género y también una orden de alejamiento de quien había sido su mujer en el pasado y madre de sus dos hijos.
Como añade el periódico que avanzó el asesinato, para la Policía Nacional y también para la Justicia se trata de un caso "casi cerrado", ya que una vez muerto el autor del crimen, la responsabilidad penal queda extinta.
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