Cada día, 2,4 sanitarios son víctima de una
agresión en Andalucía. Esta estadística se elabora a partir de un estudio que ha analizado todas las agresiones que han recibido los
profesionales del Servicio Andaluz de la Salud (SAS) desde 2007. En total la cifra de agresiones, tanto físicas como no físicas, registrada durante los últimos 10 años ha sido de 8.907 agresiones, siendo 2011 el año en el que más agresiones se registraron, coincidiendo precisamente con el inicio de la crisis económica.
Estos datos derivados de un
estudio realizado por CCOO, al que ha tenido acceso
Redacción Médica, pretende demostrar la
evolución de las agresiones que han sufrido los trabajadores del SAS en un periodo largo (2007-2016). Desde entonces, se ha registrado una media de 2,4 agresiones diarias. Es decir, cada día más de dos sanitarios son agredidos en algún punto de Andalucía.
Desliza el cursor por el gráfico para ver el número de agresiones por provincia y año:
Desglosando las
agresiones físicas sufridas por los trabajadores del SAS en el periodo analizado se demuestra un agravamiento de las mismas a partir de 2010, momento en el que los ataques cometidos contra los profesionales pasaron de 750 agresiones en 2009 a 957 en 2010, tocando techo en 2011 con 1.077 agresiones. Este dato supuso en aquel momento un promedio de agresión de tres sanitarios diarios.
La
Organización Médica Colegial diferencia entre dos tipos de agresiones: físicas y no físicas. Las primeras experimentaron un total de 2.009 agresiones durante el periodo analizado por el sindicato, mientras que las otras se multiplicaron por tres, siendo 6.868 agresiones.
Los datos extraídos del Registro Informatizado de Agresiones muestra que la provincia donde más agresiones se han registrado a los trabajadores del SAS es en
Sevilla (21.284), seguida de
Málaga (15.581) y
Cádiz (12.153). La provincia donde menos violencia se ha detectado contra los sanitarios ha sido
Huelva con 6.003 agresiones.
Ratio de agresiones
Otro dato a tener en cuenta el
ratio de agresiones por sanitario. Teniendo en cuenta el total de ambas variables,
en Andalucía 10 de cada 100 sanitarios han sido víctimas de una agresión desde 2007 hasta ahora.
De todos los colectivos, los más afectados con diferencia son los
médicos (40,5 por ciento),
Enfermería (34,3 por ciento) y
auxiliares de Enfermería (21 por ciento). Estos tres colectivos son los de especial riesgo porque acaparan el 95,3 por ciento de las agresiones en Andalucía.
Medidas de seguridad
El aumento de la frecuencia de agresiones a sanitarios se está convirtiendo en una verdadera epidemia en la sociedad. Precisamente, el Ministerio del Interior ha creado la
figura del Interlocutor Policial Territorial Sanitario para
tratar de frenar las agresiones a sanitarios que no han parado de crecer en los últimos años, aunque por el momento
solo Cantabria lo ha implantado. En Andalucía están trabajando en la creación de este perfil, aunque reconocen que aún no se han reunido con Interior.
En esta línea, en el
SAS existen ocho
medidas de seguridad para proteger a sus trabajadores, entre las que destacan un
software antipánico y un teléfono de asistencia personalizada. Otras medias son la cámara de seguridad, el GPS en ambulancia, un interfono, una salida alternativa, un timbre en la ambulancia, y el timbre en consulta.
Según explica CCOO “de comparar los datos de agresiones con los medios de seguridad instalados podemos observar que no hay una política de implementación de medidas unitaria en Andalucía, y que cada provincia va un poco por libre en la toma de decisiones de seguridad, así la instalación de unas medidas en una provincia y en otra son distintas, sin atender al número de agresiones de cada una”.
Precisamente, en Málaga, la provincia que más agresiones registra en relación al número de trabajadores, es donde
más timbres en consulta existen, lo que “puede darnos una idea de que no es una medida muy acertada”.
Datos “muy preocupantes”
El número de agresiones en Andalucía presenta una curva descendente hasta 2010, con un incremento notable y “muy preocupante” desde entonces, tanto en las agresiones físicas como en las no físicas. Según el sindicato, “ello nos puede llevar a pensar que con el comienzo de los
recortes se ha aumentado la presión asistencial y por tanto un factor desencadenante del aumento de las agresiones”.
Por ello, en el mismo documento proponen una serie de
propuestas para “poder erradicar esta lacra que ha afectado a los casi 90.000 trabajadores del SAS”, y que pueden ser extrapoladas al resto del Sistema Nacional de Salud.
“Se puede realizar un
mapa de riesgos de agresiones en las respectivas unidades de los centros y estudiar sus características intrínsecas; valorar el riesgo de la agresión en las evaluaciones de riesgos de los puestos de trabajo; establecer grupos de trabajo en los centros donde se les de participación a los profesionales, entre otras”.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.