Se estima que en la actualidad existen a escala mundial unas
5.000 patentes de salud con una perspectiva de desarrollo de 18 meses. El tiempo de desarrollo de tratamientos y diagnósticos se ha acelerado mucho gracias al empleo de las
nuevas tecnologías, que abren la oportunidad a dar un salto cualitativo a la atención sanitaria. Sin embargo, el avance en este campo implica el manejo de información personal muy sensible. Los reguladores aprecian riesgos importantes y están delimitando este campo, a escala comunitaria y nacional, en un movimiento que desde algunos ámbitos consideran que
lastra la innovación.
La relevancia de este tema se abordó una mesa patrocinada por
SegurCaixa Adeslas en el
XXX Congreso de Derecho Sanitario, en el que participaron representantes del mundo de la salud, la tecnología y el derecho. Bajo el título ‘
Ciberseguridad, IA y datos’ la mesa estuvo moderada por
Patricia Maortua, directora de la Asesoría Jurídica de la compañía.
En un mundo que cambia muy rápido,
Javier del Barrio Seoane, presidente de la Asociación Salud Digital, abogó por apoyarse en la tecnología para reforzar la sostenibilidad del sistema frente a retos como una demanda asistencial creciente, la eficiencia o los cambios culturales en torno al cuidado de la salud. Sin embargo, advirtió de que
la tecnología por sí sola no es suficiente: “Sin perder la base de la ética y la equidad en el acceso a la salud, debemos ser capaces de pensar diferente, de colaborar en grupos multidisciplinares en la mejora de los resultados de salud”, afirmó.
Emilio Rico, asesor de seguridad de la empresa TRC, coincidió en que la tecnología potencia las capacidades humanas, pero debe ser el criterio de las personas el que aplique esas facultades en la dirección adecuada. En este sentido, el experto alertó de que
la industria del cibercrimen es muy activa en aplicar la potencia de la tecnología en el robo de datos sanitarios, que son uno de los activos más lucrativos en el mercado negro de la información. Este asesor auguró un aumento de ataques a empresas e instituciones del sector salud, y llamó a reforzar la protección frente a hackers mediante
el uso de la IA.
Por su parte,
Rodrigo González Ruiz, socio de Deloitte Legal, analizó con detenimiento el nuevo reglamento europeo de IA y la normativa sobre tratamiento de datos personales, sobre todo aquellos especialmente protegidos como los sanitarios. Asimismo, el experto repasó las similitudes, diferencias y referencias cruzadas entre los nuevos textos jurídicos y los ya existentes, como el
Reglamento General de Protección de Datos (GDPR).
En el turno de debate, los integrantes de la mesa reflexionaron sobre la relevancia de manejar datos de calidad a la hora de desarrollar
soluciones basadas en la Inteligencia Artificial, para obtener resultados afinados y libres de sesgos.
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